Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

martes, 15 de febrero de 2011

Día 24

Me he dado cuenta de que en estos 24 días he convertido mis primeras horas de la mañana en uno de mis momentos preferidos del día. Me levanto con tiempo, mucho tiempo. Hago mi práctica. Me ducho, me visto y me encamino a la cocina. 
Me preparo mi desayuno: fruta, café con leche -de soja- y pan de centeno tostado, con aceite y azucar. Desayuno sentada, mientras escucho la radio. Sin prisas. (Os he de confesar que el momento desayuno es lo más). Desde que me levanto hasta que cierro la puerta de casa pueden pasar hora y media o hasta dos horas. No me preocupa, esas horas son mías.
Salgo a la calle y camino tres manzanas hasta el metro. El aire fresco aumenta aún más mi energía, o quizás la intercambiamos el día y yo. Me siento bien.
¿Quién me iba a decir a mí, la reina de los despertares eternos, que saltaría de la cama tan feliz mañana tras mañana? Todo cambia, todo fluye, todo es posible.
SADHANIZATE o al menos, pon una asana en tu vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien por tu Ashana pero eso de las dos horas se me hace un poco largo no? ¿Quieres decir que te levantas a las 7 y sales de casa a las 9?, a ver si esto del Ashana te está envolviendo en tal paz espiruitual que sufres pérdidas ed memoria, abducciones extraterrestres o viajes astrales sistemáticos.
Háztelo mirar.
SUS

Mel dijo...

En realidad me levanto entre 6 y 6:30 y salgo de casa entre 8 y 8:30. Para dedicarte tiempo, hace falta tiempo. (yo tampoco lo entendería si tres menores con incontinencia verbal rodeasen mis despertares)

eldiariodeloro dijo...

Me encanta lo de los tres menores con incontinencia verbal. It´s really, really.