Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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jueves, 3 de febrero de 2011

Día 12

Alguien se preguntaba el otro día, que porqué 40 días. Os respondo, no porque lo supiera de siempre, sino porque lo he descubierto estos días (lecturas y conversaciones instructivas): "Cuarenta días porque este es el espacio en el cual se completan los ciclos de transformación en el ser humano".

Es decir, si estableces, o por el contrario eliminas, un hábito durante cuarenta días, se supone que habrás cambiado algo. Así que me he propuesto que ya que estoy consiguiendo -casi- escribir un post diario, éste es un buen hábito por el que merece la pena apostar.

He aquí el motivo de este pequeñísimo y ligero post a última hora del día.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los cambios son buenos.
El cambio es movimiento.
Así viene la transformación de manera natural, casi sin darnos cuenta.
Fluye.

Anónimo dijo...

Sin embargo yo experimento cambios interesantes cada 28,... ese día... esa noche de plenilunio, me convierto en el mismísimo Mr.Hyde pero con un dolor de riñones y una mala leche que flipas. L´amour, ce sentiment devastateur.