Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

viernes, 27 de enero de 2012

Calma chicha


Siempre que el balcón se nos queda mudo, una cierta inquietud, discreta pero continua, me persigue en mi devenir diario. He de reconocer más que por el miedo a perderos, mis escasos pero tenaces seguidores (El público: "¡UUUaaa!, Mel, Mel, hurra, viva Mel"... Mel -acicalada, con un sencillo pero favorecedor modeluki, haciendo reverencias-: "Gracias, gracias"... "Guapa, salada"... "por favor, que me pongo colorá"...), esa inquietud tiene un matiz egoísta. Estos pequeños post que cuelgo en mi balcón, con la misma impudicia que el vecino indecoroso pone su ropa a secar de cara a la vía pública, se han hecho tan parte mía, que su ausencia me crea cierta sensación de vacío.

De noche y boca abajo
Pero así son las cosas, hay momentos en que el balcón se queda vacío. Será que es tiempo de poda. De calma. De reflexión. Dicen que tras la tempestad llega la calma. ¿Y después de la calma? Después de la calma ha de llegar algo, seguro, pero no adelantemos acontecimientos. Disfrutemos del ahora.

Ahora, centrada en mi promesa de ser alegre y positiva, despierto cada día "coleccionando" pequeños momentos alegres: levanto la persiana y disfruto de la penumbra de la noche que acaba y se convierte en día, salgo a la calle y doy gracias por el frescor que reaviva mi rostro, sonrío y mi sonrisa se multiplica agigantada por el vivo color de mi "pañuelo-echarpe" (regalo de I, mi amiga invisible), entro en mi edificio con la mirada enfocada hacia mi vigilante favorito -sé que me sonreirá, me da buen feeling, y si me guiña el ojo, como el otro día, puntúa doble-, esbozo en mi cuaderno pasajeros del metro, salgo a correr por el Retiro y luego estiro, miro al cielo y me doblo por la cintura -uttanasana-, me siento en un banco, escucho, medito... y, os lo confieso, me pongo boca abajo en ese mismo banco y veo el mundo del revés. A ver si la savia me circula pronto y me aparecen brotecitos verdes en forma de post.

jueves, 12 de enero de 2012

Dos lecturas y una peli


Mientras leía El Salvaje de Antoni Garcia Llorca -otro regalo de mi amiga M., periodista de las de verdad y nómina, este año me he portado tan bien que me han llovido regalos inesperados por todas partes- me decía que no me hubiese importado escribir ese libro (es cierto que mi final no hubiese sido así, tampoco sé cual habría sido). El Salvaje, ya os digo, cayó en mis manos por casualidad, gracias a una cena a la que acudí con el corazón abierto, y qué bien lo pasamos. Para los que no lo sabéis es el Premio Gran Angular de 2009 y desde mi ignorancia os digo que es un libro que me ha recordado, en cierto modo, a los relatos "pastoriles" de Delibes. Una prosa sencilla y directa, mezclada eso sí con mucha imaginación y mitología. Digamos que es el libro con el que despedí el año.

Y lo abrí devorando, literalmente, "Maldito Karma" de David Safier. Un regalo de Reyes -de los Magos de verdad- que me duró día y medio. Rápida, ágil, divertida, enganchante, muy enganchante. O a lo mejor soy yo, que me entrego tanto últimamente a la búsqueda espiritual y al ensayo que hacía tiempo que no me abandonada a la "comedia ligera". Porque eso es lo que es, una comedia trepidante donde la protagonista vive varias vidas con la intención de enmendar -y de algún modo recuperar- la primera de ellas. ¿Lo conseguirá? La verdad es que lo tiene crudo. Os lo recomiendo, ideal para regalar y luego pedir prestado.

Y la peli de la que quería hablaros es "Sherlock Holmes 2, juego de sombras". La verdad es que aún me cuestiono si me ha gustado o no. Sí, me gustó su originalidad. Los "flashback" explicativos, con la agudeza sensorial de Sherlock, el equipo perfecto formado por él y Watson, el ritmo trepidante y las modernas luchas por ordenador. Digamos, la típica película "cómic" que suele ser de mi agrado. Sin embargo... Me chirría ese desaliño en Sherlock, ese toque humorístico que desvirtúa el carácter de auténtico "pedorro pijotero" que -no sé si por culpa de los viejos "filmes"- se había forjado en mi mente. Cuando pienso en Sherlock pienso en una pipa cuidadosamente depositada en una mesita redonda con florero y bandeja preparada para servir el té, y un Holmes limpito y aliñado haciendo conjeturas con una taza en la mano y frente a él, un Watson de vida mucho más monótona... Creo que tendré que leerme alguna novela de Doyle para formarme mi propia imagen del héroe. (He de reconoceros que también me duele ver tan "mayorcito" y depauperado a Robert Downey Jr.; una pena, pero ya no es tan Jr.)

jueves, 5 de enero de 2012

A ultimísima hora


Psss, ¿Todavía queda alguien? Bueno, dicen que sois Magos, así que supongo que aunque ahora mismo os encontréis ante el edificio de correos, os llegará ésta, mi carta.

Queridos Reyes Magos,

Os he mentido, sí que quiero cosas materiales y perecederas. 

Quiero una nómina como Dios manda, ni fluctuante, ni menguante. Quiero volver a ver números negros en mi cuenta bancaria. Quiero poder triturar mis tarjetas de crédito... 

Quiero que me toque la lotería, directamente. No mucho, pero tampoco poco. Lo suficiente para que algunas de las peticiones anteriores se cumplan.

Quiero un gorro de rayas y unos zapatos morados, unos pantalones amplios y diez pares de calcetines. Un bonito abrigo y un paseo por el parque.

Quiero perder siete kilos corriendo por el parque. Quiero tres llamadas y una tarjeta postal. Un viaje inesperado. Una sonrisa recíproca.

Quiero bailar hasta el amanecer. Y amanecer bailando. Quiero morirme de ganas de contemplar a alguien que se muera de ganas de contemplarme a mí, quiero gritar que eso no es más que una gran conjunción planetaria y partirme de risa, así, porque sí.

Quiero aparecer y desaparecer a golpe de abono transporte. Quiero perderme por cualquier rincón y sacudir la cabeza como una idiota al abrir un periódico y leer la noticia de que se ha duplicado el salario mínimo. Delante de un zumo de naranja y una bandeja que contenga un desayuno ligero pero abundante: fruta, tostadas, café...

Estoy segura de que quiero muchísimas cosas más, pero si alargo el "Brainstorming" no os da tiempo a meter ni la primera línea en el camello. En realidad me conformaré con lo que me dejéis, pero por pedir que no quede.

miércoles, 4 de enero de 2012

Leonardo y El Cascanueces


De pronto, este domingo me asaltó un plan chas -hacía tanto que no me ocurría...- y me encontré entrando en el Teatro Compaq Gran Vía para disfrutar de El Cascanueces. Os aviso tarde, de nuevo, ya lo sé. Pero he comprobado en Internet que aún hay entradas (estará en cartel hasta el 8 de enero). Como ya sabéis que no me duele confesar mis carencias y defectos, no negaré que el ballet es otra de esas disciplinas en las que estoy más pez que un boqueroncillo chico.
Sin embargo, os diré que el espectáculo del Ballet Imperial Ruso es colorido, dinámico, estimulante... precioso... Ideal para niños y grandes. Y con un mérito especial, que no se preocupan de airear en el programa. Sé, porque fue una de las razones de que me surgiese ese plan chas, que algunos, si no todos, de los niños que participan -y son bastantes- han sido seleccionados en escuelas de ballet madrileñas para colaborar en el espectáculo. La compañía cuenta así con la colaboración de pequeños artistas locales. Doble mérito: el de unos pequeños -6 años la que yo conozco- que se dirigen a diario al teatro para actuar con una compañía internacional y el de la propia compañía capaz de coordinar e integrar a estas pequeñas promesas en su espectáculo, con un resultado redondo.

En cuanto a Leonardo, hoy me he acercado a la exposición Da Vinci, el genio en el Centro de Exposiciones Arte Canal (Pº Castellana 214) y os la recomiendo. Coged la entrada completa cine+exposición. La "película" inicial es una introducción en 3-D muy cortita y sencilla, pero muy interesante para "contextualizar" la figura de Leonardo y la exposición. Yo he cogido audio-guía, no es necesaria, tampoco desaconsejable, es decir, a vuestro parecer. La exposición se compone de una primera parte donde hay maquetas de las diferentes máquinas diseñadas por Leonardo, es la que se coge con más entusiasmo. Un posterior recorrido por sus cuadros -todos reproducciones, por si alguien tenía la esperanza de ver alguno en vivo-, que, entre otras cosas, incluye un estudio exhaustivo sobre la Gioconda, realizado por un científico francés, Pascal Cotte, con ayuda de una megacámara de su invención. También hay una recreación de su estudio y de su biblioteca; reproducciones de sus escritos y de documentos oficiales relacionados con su persona; y una muestra de su influencia en otros pintores del Renacimiento... Una muestra muy, muy amplia, pero es que Leonardo da para eso y mucho más. 
Sea a través de esta exposición o por cualquier otro medio, os sigo recomendando que os acerquéis a Leonardo, no os arrepentiréis.

martes, 3 de enero de 2012

¿Realismo o cenicismo?


No sé si es o no buen tema para el primer post del año, pero ahí va.

Sólo te(me) pido una cosa, -de momento, no sé lo que me cruzará por la cabeza los 363 días restantes-, para este año que entra: controla lo que dices.

Todos tenemos ojos, oídos, una tele, una radio, periódicos gratuitos, acceso a Internet y el largo etcetera... Por eso, no te preocupes, todos sabemos que la cosa "anda muy malita", así que, por favor, no seas tú: no se te ocurra asegurarle a nadie que esté buscando trabajo que eso es imposible, que tu boca se abstenga de aconsejarle a alguien con ganas de cambiar de vida que por el momento se conforme y dé gracias por el trabajo aburrido y mileurista que tiene, que se te caiga la lengua antes de decirle a cualquiera que pasados los cuarenta se despida de soñar porque el mercado laboral está cerrado para él...

¿Coges la copla Beethoven?
Y en un terreno más amplio: jamás mires con autosuficiencia el dibujo de un niño, no te rías del pequeño que te asegura que de mayor será famoso, no minusvalores los versos de la pequeña poetisa, ni consideres una anécdota los planos de la máquina anti-gravedad que tu sobrino pequeño esboza en un cartón...

¿Quién te dice que eso no pueda conseguirse? ¿Quién eres tú para cortarle las alas a nadie? ¿Por qué no va a ser alguien una excepción? ¿Por qué te atreves a destrozar ambiciones a golpe de "cenicismo"?

Sí, sobre todo, no confundas realismo con cenicismo. Te pondré un ejemplo:
Realismo: "La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagarla, con sudor"
Cenicismo: Imagina, Alcobendas 1985: "¿Ganar un oscar? Anda Penélope hija, no seas ridícula, quítate ese disfraz y ponte a hacer algo útil, ven que te voy a enseñar a coser un botón..."

Y no se trata de aumentar la población de los mundos de Yupi, sino de evitar minarle la moral y la autoestima al primero que se cruza en tu camino. Que tú seas un cenizo no te otorga el don de conocer el futuro, petulante sabelotodo...

¿Coges la copla Beethoven?