Parece un entretenimiento absurdo pero os recomiendo que lo probéis, además de por las razones de más arriba, por estas otras:
1.- Es una bonita forma de situarte en el aquí y ahora. Si haces cosas "difíciles", a las que tu cuerpo o tu cerebro no está acostumbrado, no te queda más remedio que prestar atención.
2.- Te hace ponerte en el lugar de los que están aprendiendo a escribir o leer, niños o adultos, lo que te hace darte cuenta de que se nos ha olvidado la dificultad que esto entraña.
3.- Valoras la importancia de la destreza fina y lo que las nuevas generaciones pueden perder si dejan de escribir a mano. Claro que esto es un tema más que discutible, porque ellos aprenden casi intuitivamente muchas otras cosas que a nosotros se nos escapan.
4.- Cuando haces algo que te cuesta dejas de perderte en preocupaciones y pensamientos recurrentes que no conducen a ningún lado.
5.- Si entrenas mucho puedes acabar siendo ambidiestro.
6.- ... Os dejo este hueco por si os apetece experimentar.
Toma otro camino, escribe con la mano que no uses habitualmente, rétate a resolver una problema de lógica o de matemáticas, lee un poema, mantén conversaciones, memoriza algo (si es útil o bonito mejor qué mejor), aprende algo nuevo... La inteligencia crece cuando la ejercitas, tengas la edad que tengas.