Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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domingo, 30 de diciembre de 2012

¿Qué nos pasa?


Vengo de mi comida navideña serrana. Un poco dormida y cansada, pero contenta de haber pasado un buen día en buena compañía. Entre otras cosas, como no, hemos hablado de ciertos "temas de actualidad". Una de mis amigas es médico, dos son profesores, otra funcionaria de otro sector, tenemos también empleados, diferentes escalas y sectores, de la empresa privada, autónomos y parados. Somos un grupo amplio y heterogéneo, creo que coherente y nada alarmista.

Diréis que quizás soy parcial, al fin y al cabo son mis amigos, desde hace la torta de años, pero os puedo asegurar que mi amiga médico, por ejemplo, es para mi una fuente totalmente fiable. Estos días no dejan de bombardearnos con la teoría de que la gestión privada es la única solución para el gasto desmesurado a que ha llegado la Seguridad Social, que el ciudadano no se va a enterar, que es sólo un tema administrativo. En contra de esa imagen que nos transmiten los medios, el personal sanitario no se manifiesta únicamente en defensa de sus puestos de trabajo, ellos son conscientes de que el ciudadano si notará el cambio de gestión, se ahorrará, sí, pero a todos los niveles, incluso en las operaciones, en "pequeños" detalles que pueden marcar la diferencia entre un problema resuelto de por vida o un "apaño" temporal. Ellos piensan que hay alternativas, pero ya nadie les escucha, la sanidad en Madrid está sentenciada, pase lo que pase.

Entro en el metro y al otro lado de las taquillas me encuentro a una mujer rodeada de dos empleados de metro y un vigilante de seguridad. Ella grita, se quiere ir a casa. Imagino que la han pillado sin billete. Ella se habrá negado a dar sus datos y ahí se ha montado la trifulca. Se pongan como se pongan los empleados del suburbano ella tiene razón, no tienen autoridad para retenerla. Al margen de la autoridad o no que tengan, me parece desproporcionado empujar a una persona asustada, que lo único que quiere es irse a su casa y sacar unas esposas con ánimo de impedir que se vaya. Afortunadamente y supongo que porque un grupo de personas nos hemos quedado mirando, simplemente mirando eso sí, la mujer ha podido salir de allí. Jamas me he colado en el metro y no soy partidaria de que la gente lo haga. Os aseguro que esa mujer no era una quinqui, ni una "perriflauta" insumisa, tendría o no sus motivos para colarse, lo hará habitualmente o habrá sido una excepción desafortunada... A mí se me ha quedado mal cuerpo.

Ayer quedé con una amiga, lleva en paro mucho tiempo y no por falta de ganas de trabajar, me consta que su currículum a día de hoy tiene más reimpresiones que un bestseller. A pesar de todo, ella siempre tiene una sonrisa que compartir o una buena carcajada para celebrar una situación humorística. Por varios motivos estaba un poco triste, uno de ellos que había intentado ir al médico, a su revisión anual, pero resulta que como lleva tiempo sin trabajar le han dado de baja en la Seguridad Social y no tiene derecho a acudir a una consulta médica. ¿Como es posible que una persona que lleva toda su vida trabajando se quede sin atención médica en época de crisis?

Pero claro, los dramas individuales, las razones concretas, quedan difuminadas ante ciertas "verdades" generales que le dan "sentido" a todo: hemos gastado, no hay dinero, hay que ahorrar...

Sí, eso es verdad, pero a mí no me vale como principio aniquilador. Lo siento, me parecen razones demasiado generalistas. Me niego a admitir argumentos simplistas como que el personal sanitario ha estado surtiendo sus botiquines particulares durante años, que los empleados públicos son unos vagos, que todo el que se cuela en el metro se merece ser maltratado o que, se siente, si no cotizas no hay médico...

Es cierto que esta crisis hace aflorar la solidaridad en muchos aspectos, pero también es cierto que en otros caminamos hacia la deshumanización, la generalización y las orejeras borriqueras, estamos rodeados de dramas individuales que preferimos no ver...

viernes, 28 de diciembre de 2012

A pocos días de la hora U (de Uvas)


Os diréis que ocurre en el balcón que está semi-mudito, o igual no os decís nada, el caso es que llevo cerrando ciclos cerca de medio mes, si no un año entero. Cierro, hago un interludio, cierro, o dejo abierto, vuelvo a empezar... Ha sido un año extraño éste, y en contra de lo que opinará mucha gente no lo cierro con la sensación de annuus horribilis, para nada.

Es cierto que podría haberlo exprimido más, pero yo siempre me quedo con la sensación de que todo se puede exprimir un poco más, así que eso no cuenta. Por eso, de un modo egoísta, personal e intransferible, le bailo a 2012 y me quedo tan ancha.

Me quedé sin trabajo, me mudé, al menos tres veces, viví en cuatro casas diferentes, añadí nuevos amigos a mi vida, modifiqué mi relación con otros, me llené los ojos de verde, de naturaleza, estuve conmigo misma y mis circunstancias, me plantee preguntas, muchas de las cuales siguen sin respuesta...

Es cierto que no puedo presumir de grandes logros en este año, pero sí de no haber sentido en ningún momento sensación de ociosidad. A nivel personal este año que termina fue interesante, pero no deja de ser el preludio del presente que ya transcurre y de muchas cosas que tengo que mejorar o recuperar, como mis clases de yoga, mi rumbo laboral, sacudirme esta sensación de caminar por el borde del cinismo que me inquieta estos días...

Pero somos, o al menos yo lo soy, os lo he dicho mil veces, volubles y cambiantes. Así que estas semanas de silencio en los que me he parado de nuevo a observarme me doy cuenta de que si algún día pensé que mi lado racional y mi lado emocional se habían fundido por fin en una coherente madurez, una de dos, o estaba equivocada o a mi la coherente madurez me la refanfinfla, en resumen, echo de menos los ojos grandes de mirarlo todo y de sentirlo aún más... así que en este 2013 que comenzará en breve, a la cabeza de la lista de mis tareas pendientes anoto: recuperar esa despreocupación melíndica absurda y sencilla que se me debió caer del bolsillo hace unos días, o unas semanas, o unos meses, ya no puedo recordarlo...

martes, 18 de diciembre de 2012

Emi


Estampa uno: Una sólida puerta de madera, castiza y con historia. Un salón que no puedo recordar y al poco rato, casi inmediatamente, mi mano en otra mano más grande. Un largo pasillo. Puerta a mano derecha, la cocina. Medio dedo de leche condensada La Lechera en una pequeña taza-vaso de cristal verde transparente, y una cucharilla.

Estampa dos: El timbre de la puerta de casa. La elegancia de la sencillez. El bolso de asas colgado del brazo. Después de saludarnos, con fiesta y alboroto, se sentaba en alguno de los sofás. Era el momento de llegar con el viejo bote de colón lleno de juguetes y volcarlo a sus pies, en medio del salón.

Estampa tres: 1 de agosto. Carretera a la costa. Un matrimonio, 4, 5 o 6 hijos, un perro, dos canarios, una abuela, cinco maletas, tres flotadores, cuatro bolsas, biberones, pañales... ¿Forges? No, familia española en los 70-80.

.......

Estampa veinticinco: La playa. Una pamela, un bastón, una silla, una risa cantarina, nietos, nietos, nietos...

........

Estampa ciento cuarenta y ocho: Tu habitación. Una mecedora, un libro tras otro, unas gafas, una sonrisa...

........

Estampa mil ochocientos veinticuatro: pelito blanco y liso, ojillos vivarachos, una sonrisa, una mano pequeña, suave, calentita...

......

Miles de estampas, nítidas, personales, llenas de significado, y ahora que lo pienso con un denominador común: alegría. 

Incluso en silencio sentada en un rincón leyendo, Alegría eras tú. Gracias Yy.

Bendito sea el tronco que disfruta del libre crecimiento de sus ramas.

martes, 11 de diciembre de 2012

Intercambios



Estoy aquí sentada, con la casa patas arriba, el cuerpo molido y rodeada de trastos. Cada vez menos trastos. Durante estos días he repartido un montón de enseres, de diferente tipo, la mayoría antiguos, pero todavía resistentes y con una larga vida por delante. Igual que estas habitaciones lo harán en un par de días, un montón de objetos han cambiado de manos durante la última semana y empezarán una nueva vida.

Me gusta. Siento que la energía fluye. Hace unos días apareció H. y llenamos una furgoneta de mercancía para su tienda de segunda mano. Hoy mi chapuzas preferido, con su blanca y seductora sonrisa, después de reparar unas cosillas, ha salido por esta puerta con los ingenios que durante mucho tiempo me han ayudado a preparar mis desayunos.

Un poco más tarde he bajado a la calle, con una bolsa llena de papel para reciclar y la idea de pasarme por le supermercado más cercano y pedirles unas cuantas cajas para seguir metiendo trastos. No me ha hecho falta, en el contendor, a la altura de mis manos, me esperaban seis o siete cajas completamente nuevas y perfectamente apiladas. Y entonces he vuelto a recordar lo evidente.

La energía sigue fluyendo, se transforma, cuando das el cosmos te devuelve. En cada uno de esos objetos, en cada trocito de este suelo, hay un pedacito de sonrisa, una dosis de cariño, la ilusión de que esas cosas que un día fueron mías le den un pelín de alegría, como poco que le hagan un apaño, a otra persona. Puede parecer simple, pero tiene mucho sentido. Es como lanzarle un mensaje al viento.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Vacío momentáneo


Después de unos cuantos días sumergida en la temática navideña del trabajo final de mi último curso, y tras depositarlo sobre la mesa de la secretaria del centro, se me queda la extraña sensación de haber retrocedido en el tiempo. ¿Dónde está la Navidad en la que me he metido de pleno estas dos últimas semanas?

Me siento rara, es la misma sensación que me invade tras introducir mi papeleta en la urna, de pronto esa excitante sensación de que tu voto ayudará a salvar el mundo se desvanece. Me siento vacía. Es como estar esperando que llegue la fiesta del corcho y luego...


se acabó.
Menos mal que solo quedan dos semanas para meternos de lleno en la vorágine luminosa de la Navidad, con sus luces y sus sombras. Y menos mal que yo enseguida me consuelo y me busco otra tarea, como por ejemplo vaciar una casa en menos de una semanita...

jueves, 29 de noviembre de 2012

Sobre Telemadrid


Desde hace unos años, mi amiga T. nos da los buenos días vía e-mail, nunca falla y si lo hace, avisa para que no la echemos en falta o nombra sustituta. A partir de ahí nos vamos asomando las demás, cada una a su manera, con mayor o menor constancia y más o menos detalle en los contenidos. La costumbre empezó casi como una broma, a raíz de una cena y evolucionó, de la noche a la mañana, hasta quedar totalmente consolidada. Puede parecer raro, pero nos permite, aunque nos veamos una vez cada tres meses, estar al corriente de los principales acontecimientos de nuestra vida.

Por eso, desde hace tiempo sabíamos que la cosa en Telemadrid no pintaba bien. (En realidad, la mayoría de las empresas grandes donde tengo amigos trabajando han pasado o pasarán, en los próximos meses por despidos masivos, llámese ERE o cualquier otro eufemismo. Pero bueno, eso son otras historias.)

Muchos madrileños pensarán que eso de Telemadrid no va con ellos, los habrá que opinen que tener televisiones autonómicas es una barbaridad, otros que claro, que hay que recortar y no serán menos los que se alegren porque, total, Telemadrid es una cadena en manos del Gobierno de la Comunidad.

Opiniones al margen, nosotras hemos sido testigos, digamos de segunda mano y siempre de refilón, porque ella no es muy dada a transmitirle mal rollo a los demás, de como T. ha ido viendo "degenerar" la empresa en la que ha pasado casi toda su vida laboral.

Porque esos 925 que se irán a la calle en los próximos meses tienen nombre y apellido y cada uno tiene su historia. Así que no os negaré que ayer por la mañana se me encogió un poco el corazoncillo, sobre todo imaginando la rabia y la importencia de T. ante el informe que pondrá en la calle a más del 80% de la plantilla, cuando en mi bandeja de entrada me encontré con este mensaje (no está íntegro, y otras partes las he "recortado" por diversos motivos, con permiso de T.):

Good morning a todas, 

Ayer fue un día especial, si especial, porque aunque triste, salvo los enchufados de la redacción de informativos, todo el mundo hizo huelga, hasta jefes, que lógicamente no hacen nunca. No son directivos de organigrama, pero eso dice mucho.

Y estuvimos todos en la concentración a la que vinieron antiguos compañeros y jefes. Mi editor jefe de mis comienzos en la calle Espronceda en el año 1993, el año de la licenciatura si. Dios, casi 20 años ya.

Pues si, de él y otros maravillosos, excelentes profesionales aprendí lo que hoy sé. Con algunos he seguido en contacto, entre twitter y Facebook no es difícil y a algunos le he visto en bodas los últimos años, pero no sabéis la alegría que da verles y que vengan darnos todo su apoyo, incluso, con artículos en prensa.

Y todos ellos, más bien rojillos, sí, pero nunca jamás en aquellos años en los que se marchó Leguina y vino Gallardón pasó lo que lleva pasando aquí 10 años ya, desde que llegó Esperanza Aguirre con sus secuaces.

Tanto es así, que el Sr. Gallardón, mantuvo dos legislaturas a los mismos directores de informativos que lo eran con Leguina. Y es que, aquí nadie hablaba de partidos ni de a quien votaba cada cual, aquí se hacía periodismo de verdad, en libertad, sin controles ni censuras.

Os cuento todo esto porque dice R. que ójala nos quedamos y eso me hace pensar que quizás no conozcáis bien la dimensión de todo esto. R., estamos fuera.

Además de los 925 están los trabajadores de las productoras que hace programas. Plantilla de algunas productoras, que quizás puede vender ciertos programa a otra tele, a ésta ya no. Sería un escándalo que permaneciera aquí algunos programas con "estrellas" que ganan más de 12.000 euros cada mes.

Nombres que están en una televisión pública ganando sueldos de privada, con programas que casi seguro no compraría ninguna tele y lo están porque son amigos del partido, popular, claro. Y es que, desde hace 10 años Telemadrid sólo les interesa para hacer nodo en los informativos y programas que aunque no dan audiencia, como son de amigos, pues los mantenemos para hacerles ricos. Pero claro, ese dinero no es de accionistas, es dinero público, de todos y con él se han enriquecido unos pocos, y no los trabajadores de esos programas precisamente.

Y a esto añado que todos ellos van poniendo verde a todo lo público, también a la tele, de la que han llegado a decir que la cierren. Flipante.

Eso por un lado. Por otro, pues mirad el informe es demoledor.

Aquí, como producción propia solo va a haber dos informativos diarios. Desaparece todo, menos Madrid Directo y Madrileños por el mundo, que son ahora de producción propia, pero van a ser externalizados. Os puedo asegurar que si los hace una productora salen mucho más caros. (Pero, volvemos a lo mismo, será la productora de algún amigo).

Para estas tareas informativas se quedan 93 personas. De ellas 60 periodistas y 33 jefes, editores, presentadores (todos con plus). Sí chicas, sí. Los mismos que hay ahora. El que menos gana, un jefe de sección como la mía, gana 60.000 al año. De ahí a 80.000, 90.000. Supongo que sabéis que el Sr. Rajoy gana eso al año.

El informe no habla de más categorías laborales: ni producción, ni realización (imprescindibles en una tele), pero si dice que se extingue el convenio colectivo y que estos periodistas harán labores de producción, no tendrán horario fijo y bajarán lo sueldos. Aún no se sabe cuánto, pero vaya, a la mitad seguro.

Eso implica también el fin de semana. Vaya, que hay que turnarse el fin de semana, hacer rondas.

Y fundamental, el informe habla textualmente de que “los informativos han de estar controlados“. Fuerte sí. Ya lo están, pero debe ser que consideran que es poco. Es tan fuerte que una empresa privada escriba, si escriba, sin ningún pudor, que los informativos de una empresa pública han de estar controlados, que no sé ni que decir.

Y por qué digo que yo no me quedaré. Pues mirad. En informativos somos 230 redactores, y la mitad, son traídos por Esperanza Aguirre y demás secuaces durante estos años, porque los que estábamos ya aquí, algunos fijos y otros no, que siempre habíamos trabajado en la más absoluta libertad (como yo, al menos entiendo el periodismo), nos negamos no a manipular, a mentir, a ser serviles o siervos de un partido en el poder, a decir barbaridades.

Eso hizo que tuvieran que contratar gente y os puedo asegurar, esto no es un bulo o una leyenda urbana, que todos, a la inmensa mayoría tienen apellidos del PP. El sobrino de Rita Barberá, la prima de Javier Arenas, la hija del chófer de Aznar, hijos de diputados o novias-novios de hijos de diputados. Todos ellos escriben lo que les mandan, al dictado y como esto es una empresa pública en la que hay control de contratos, pues cuando se les ha acabado les han hecho coordinadores, con dos cojones. Esto quiere decir que ganan más que yo. Están en fraude de ley, si, pero aquí no pasa nada.

Pues ya no hará falta que os aclare que en esos 60 huecos no caben ni ellos, que algunos se irán y nosotros todos.

Y eso quiere decir también, que en este país los méritos, el esfuerzo y el haber demostrado en una oposición que tú tienes más capacidad para un trabajo, no vale para nada. Vale el apellido.

Al ser un despido colectivo y no un ere no hay porque guardar un orden de salida: primero los contratados y últimos los fijos (esto lo mara la ley claro). Por eso lo han hecho. Porque si salen los contratados y nos quedamos los fijos, no sale el NODO, que es lo único que les interesa. Por eso dice Ignacio González que si no puede hacer un ERE cierra Telemadrid, porque si no es como él quiere, para qué.

El resto de gremios, imprescindibles en una tele y de los que no habla el informe, serán externalizados. Una empresa, que no sabemos cuál es, pero que seguro es familia o amiga de alguien del PP se encargará de todo. O sea, que una vez más enriquecemos a la familia.

No habrá ni bajas incentivadas, ni prejubilaciones ni nada de nada. Todos a 20 días, 12 mensualidades. Da igual tu tipo de contrato y el tiempo que lleves.

Así que es seguro que me quedo sin trabajo.

Así que, no sólo es el hecho de que hay crisis y adelgazan la empresa, como está pasando en muchas otras. Una desgracia espantosa. Es que es tremendamente injusto, triste, asqueroso, ver cómo al final por decirlo así de claro, ganan los malos, los que se han enriquecido, han mentido, han manipulado, han contado lo que quiere contar un partido político y cargado esta tele, en la que no me van a dejar cumplir 20 años (sería en dentro de unos meses), que ha sido mi casa, salvo los dos años que salí, en la que he desarrollado mi profesión, que he ayudado a levantar, para la que estudié y decidí arriesgar, hacer un esfuerzo y superar una oposición, que estudié mientras trabajaba de 9 de la mañana a 9 de la noche en otra cadena. O sea estudiaba por la noche y fines de semana. A esa oposición se presentaron 8.000 personas y si, 17, fuimos los mejores, al menos, lo fuimos esos dos días que hicimos pruebas.

Y ya sabéis chicas cual es mi apellido. No hay nadie ni en el PP ni en el PSOE, ni en ningún otro, CON ESE APELLIDO. Todo me lo he currado yo, con mi esfuerzo, con mis ganas y demostrando día a día que sabía hacerlo. Y vaya, que además, decidí, no se cuando, no lo recuerdo, ser honrada, coherente y responsable, y darle a esta profesión la importancia que tiene. No soy nadie, soy una mera transmisora de lo que veo al público y lo que veo es lo que veo, no puedo mentir, porque a la gente hay que decirle la verdad, porque de esa verdad dependen muchas cosas.

Espero haber explicado más o menos la tremenda dimensión de todo esto.

Buen día.

Sé que este no es el final profesional de T, ni de otras personas, como B. que también se verá afectada por esta situación, porque tiene valía, recursos, imaginación, fuerza y mucha trayectoria profesional para seguir adelante. Pero no deja de ser injusto y desagradable que las cosas tengan que ser de esta manera, por mucho que la situación se pueda justificar como "recorte necesario". No sé si será necesario, pero desde luego no es justo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Listado de premiados



Queridos lectores y concursantes,

Un año más quedo sorprendida de la lealtad y espíritu participativo de mis cuatro lectores declarados. Y en premio a la constancia demostrada, y a pesar de que vuestra capacidad de comprensión lectora, en lo que respecta a las reglas del concurso, quede bastante en entredicho, he de deciros que ahora mismo queda multiplicado el número de galardones.

Pero con la misma libertad de interpretación de las bases que habéis demostrado, me pongo yo este post por montera y declaro que los cuatro autores de los nueve comentarios publicados a día de hoy en la entrada titulada “Premios El Balcón 2012” tenéis derecho a reclamar vuestro premio en el próximo mes, a contar desde ahora mismo.

Vosotros cuatro, incluido uno que carece de imaginación (y no lo digo yo), tenéis derecho a contactar con El Balcón para reclamar un aperitivo castizo en el sitio que elijáis.

Como excepción, la misteriosa señorita Cecilia Von de Faber, única que ha escrito más de veinte líneas y ha estrenado con ellas nuestra dirección de correo, podrá reclamar, en lugar de un aperitivo, una cena japonesa, eso si es capaz de salir sola a la calle, claro. Lo siento ser tan cruel con las patologías ajenas, pero las bases son las bases.

Y ahora, lo que todos esperabais, con los datos de nuestros queridos comentaristas, investigadores y literatos, os reconstruiré mi propia historia. Permitidme que escriba en tercera persona, que me da pudor. Me ha dejado helada vuestra intuición:

Pues sí, queridos, harta de la falta de tacto en la mano izquierda (por una parálisis nerviosa de tipo endémica) de mi último “affaire”, dejé la peluquería canina para hacer uso de un vale regalo que apareció una mañana en mi caja de cereales. El vale era canjeable por una beca para estudiar cirugía Express en Seedtown, Oklahoma. Allí aprendí lo suficiente como para inventarme un curriculo y echarle morro, por lo que ahora mismo recorro el mundo vendiendo tónico para aumentar la percepción táctil de las terminaciones nerviosas y dando conferencias sobre el tema. Pero pronto me volveré a instalar en mi balcón y, mirando al mar soñé, disfrutaré de las rentas. He conseguido vender la patente de mi guante feeltop, ahora tu marido no podrá decirte que lleva seis meses sin advertir que duermes a su lado cada noche, por poca imaginación que tenga. Mientras, las vacas siguen en el prado, aunque Mel haya vuelto y el cuadro verde huela ya a podrido.

Como veis ningún parecido con la realidad puede ser reclamado.

viernes, 23 de noviembre de 2012

jueves, 22 de noviembre de 2012

Argo


Argo, y no es caló, es la nueva peli de Ben Affleck, dirigida por el mismo. Me encanta ver a Affleck en un papel serio, a veces parece que del tandem Affleck-Damon, el primero se quedó en el camino y solo sirve para hacer de guapito de cara, que lo es, junto a cursis de la talla de Jenifer López. Pero no, aunque Damon sea mi preferido y aún haya una distancia, Affleck también sigue llevando dentro el espíritu innovador, aventurero y emprendedor, de El indomable Bill Hungting. Ay, Ben, que daño te hizo J.L.

Elucubraciones sobre la carrera de Affleck al margen, Argo tiene un encanto setentero  muy logrado. Y esta es la principal razón para ir a verla, queridos viejunos, darle gustito a la nostalgia. Para que os hagáis una idea, la imagen que se me viene a la cabeza es la de Robert Redford y Dustin Hoffman escuchando la voz de “Garganta Profunda” en las oficinas del Washington Post.

Sí. Argo es una historia de intriga política, espionaje y rescates en medio de un conflicto internacional de las de antes. Nada de sangre a borbotones, nada de un musculitos superhombre lanzando granadas y sorteando balas mientras corre, nada del salvador mundial egocéntrico y escandaloso. Lo que no salva a la peli de su toquecito de film americano en determinados momentos, claro.

En 1979, la embajada de Estados Unidos en Teherán, fue asaltada en protesta porque los USA habían dado asilo al derrocado Sha. Los iraníes arrestaron y mantuvieron como rehenes a más de cincuenta diplomáticos, exigiendo para su liberación la entrega del Sha. Seis de los trabajadores de la embajada consiguieron huir durante el asalto, sin ser advertidos, y lograron llegar hasta el embajador canadiense, que los refugió en su residencia. Basada en una historia real, la película relata como el agente de la CIA Toni Méndez (Ben Affleck, con una barba que lo convierte en hombre corriente y anodino), especialista en rescates, es elegido para elaborar un plan destinado a sacar a esos seis americanos del país asiático, antes de que los iraníes descubran su existencia. Y ya no os cuento más, id a verla y decidme... Argo.

martes, 20 de noviembre de 2012

Ideas para regalar


En una de estas incursiones meteóricas que hago a la biblioteca, donde me guío simplemente por mi intuición y el aquí te pillo, me vuelvo a topar con tres libros que me regalan tres buenas sorpresas.

Ninguno para adultos, en teoría, pero si caen o decidís ponerlos en vuestras manos, os aseguro que no perderíais el tiempo. Os los presento por orden de edad de sus protagonistas.

El primero es Olivia, seguro que alguna vez en alguna librería he abierto uno de sus libros, pero nunca me había parado a leerlo bien. La cerdita Olivia es igualita a cualquier pequeñaja de tres o cuatro años. Si tenéis una de esas cerca leed juntos Olivia. Poquita letra, dibujos sencillos y mucha empatía infantil. En resumen, adorable.
Olivia. Escrito e ilustrado por Ian Falconer. Editorial Serres. Barcelona, 2001. (Tiene varios libros y ahora los edita FCE)

El segundo, Estás en la Luna. Baraka tiene doce años, es saharaui. Vive en un campo de refugiados con su madre, su tía y su abuela. Su padre vive y trabaja en España. La que está en la Luna es la abuela, que cada vez se olvida de más cosas. El Alzheimer y la realidad del pueblo Saharaui enmarcan, sin caer en la tristeza, esta historia sencilla, tan natural como la vida misma.
Estas en la luna. Carmen Montalbán. Ilustraciones de Pilar Millan. Editorial Kalandraka. Colección 7 leguas. Sevilla, 2008.

Y por último, Desencuentros. Un cuento ilustrado para ¿adolescentes? Para ellos, pero también para adultos. Me encanta. Os diría que es la típica historia de chica encuentra chico, o viceversa, si no fuera porque es una historia de chica y chico que no se encuentran, de ahí el título claro. Ella vive en un viejo bloque de pisos en un barrio de las afuera de la ciudad y cuando sale siempre se dirige hacia la izquierda; mientras que él, que también vive en un viejo bloque de pisos en un barrio de las afuera de la ciudad, siempre se dirige hacia la derecha. ¿Se encontrarán? No pienso decírtelo, abre el libro, sígueles a lo largo de la ciudad y de las estaciones del año, disfruta de las ilustraciones, entérate y luego… me lo cuentas.
Desencuentros. Jimmy Liao (texto e ilustraciones). Barbara Fiore Editora. Cádiz, 2008.

Apostaría por cualquiera a la hora de hacer un regalo navideño, los tres se merecen un hueco en una biblioteca casera.

¡Feliz día Universal del Niño!

lunes, 19 de noviembre de 2012

Pero ¿cómo no te voy a querer?


Puerta del Sol. 11:45 horas de la mañana. Un sábado de otoño cualquiera. Bajo del autobús, atravieso la plaza camino de una clase que comienza a las 12:00.

Fortuna gatuna
Mimos, panfletilleros, vendedores ambulantes de lotería, manteros, seres de gomaespuma, turistas, paseantes con o sin rumbo fijo, amantes de las compras... Gentes de todo tipo. Buscadores de oro, garimpeiros urbanos que asaltan a cualquiera: oro, oro... Una turista acorralada llora y se tapa el cuello con las manos "yo no querer vender mio collar". Un galán de sesenta espanta al asaltador con su paraguas. "Huye darling" le grita a la pecosa rubia mientras encara al amenazador grupo de chalecos fluorescentes que le rodean. Pero el fino hilo de mis pendientes le salva, han olido el vil metal, no sé yo como. Se giran hacia mí, pero el aviso de mi aviesa mirada les espanta.

Colas por todas partes, las de las loterías, ambulantes u oficiales, son esperables a poco más de un mes del gran sorteo. Pero ¿Y esa que rodea el edificio de librería de esos grandes almacenes que tú y yo sabemos? Curiosa, busco la respuesta en el cartel de la puerta. ¿Jorge Javier Vázquez firmando autógrafos de su libro es capaz de rodear el edificio con una cola que dobla, al menos dos de sus cuatro esquinas? Otro hecho sorprendente que añadir a la lista. ¡Ay may, ay may, ay may!

La Mari en su nueva ubicación
Hombres sentados en el aire, guiris sentandos en el borde de la fuente, un gato chino de la fortuna custodiando las ganancias de algún mimo, una canción de Sabina en cada esquina... la Mariblanca que se cruza en mi camino. ¿Pero cuanto tiempo llevas tú aquí instalada, criatura? He pasado a diario por esta calle el último mes y medio y no te había visto. ¿Algún lugar de la plaza donde no te hayan plantado alguna vez? Si quieres saber algo del pasado, el presente o el futuro de la Puerta del Sol preguntalé a la Mari...

Llueve, pero da igual, la actividad, el colorido, la gente, el movimiento, las tiendas, los paraguas, llenan todo de luz, tanto como si fuera un día soleado... y es que Madrid del alma mía, tan imperfectamente perfecta o tan perfectamente imperfecta, cajita de sorpresas y recreo de los ojos curiosos. ¿Cómo no te voy a querer?

jueves, 15 de noviembre de 2012

Premios El Balcón 2012



Lo voy a volver a hacer. Aunque Maru y la experiencia me aconsejen lo contrario. Pero ¿Qué sería un aniversario del Balcón sin un concurso absurdo? Esta vez os lo pongo facilito y establezco tiempo meteórico. Sí, tan sólo tenéis una semana para participar. El día 23 es nuestro III Aniversario y esa es la fecha tope. El día 25 os diremos quienes son los ganadores. Los premios se entregarán -o apalabrarán- durante el mes de diciembre.

Esta es mi propuesta, dos modalidades, dos sencillos “premios”.

Primera modalidad: “Se dice, se rumorea, se comenta…” lo ganará el mejor comentario depositado en esta entrada. Repito: en esta entrada. Estilo y contenido libre.
Premio: un par de cañas, una de alioli y lo que se tercie, es decir un aperitivo pre-navideño, para el autor del comentario, con las autoras de El Balcón a cargo de la casa (dejamos bien claro que cualquier prolongación del mismo sería cuestión de negociación, que luego ya sabemos se apunta uno al aperitivo y se termina cenando a costa del bolsillo ajeno).

Segunda modalidad: “¿Qué fue de baby Mel?” Se que muchos de vosotros os preguntáis por qué Mel, es decir yo, no aparezco por el balcón desde hace meses. La verdad que no sé que contaros así que os pido colaboración para inventarme una buena historia. Las historietas -estilo libre, más o menos esquemático, no se descartará a nadie por su estilo literario- las recibiremos en semanticae@hotmail.com. Y para aquellos vean amenazada su creatividad siempre se citará la fuente.
Premio: una cena Tête a tête con la misteriosa baby Mel, o sea yo, en un japonés (tengo mono).

Y por si alguien es asceta o pasa de encuentros lúdicos con nuestras redactoras, os diré que cualquiera de los premios es intercambiable por una labor de redacción. ¿Todavía estás dándole vueltas a esa carta de amor que no te sale? ¿Quieres llamar cebollino a tu jefe y no sabes como? ¿Tienes que dar un discurso político y te descojonas cada vez que te inventas promesas?... Pues hale, a concursar, que nunca se sabe…

A ver si a la tercera va la vencida y alguien se anima en esta nueva convocatoria de nuestro Concurso Aniversario.

PD: Si alguien se ha incorporado a última hora y se pregunta quién es la misteriosa autora de este post, os recomiendo que os deis una vuelta por las antiguas entradas de este blog o pinchéis en el apartado Maru en el diario del apartado ”Y antes del balcón...", en vuestra pantalla a mano izquierda (si estáis usando elbalcondem versión web).

miércoles, 14 de noviembre de 2012

14-N


Hoy no trabajo. Mi decisión ha sido fácil, estoy en paro. Pero no voy a ir a la manifestación. Hoy me quedo en el pueblo, sin necesidad no veo práctico usar hoy, día de huelga, transporte público.

Apoyo a los valientes de buena voluntad que hoy han decidido hacer huelga. Aquellos que piensan que hay muchas cosas que defender y hay que hacerlo de alguna manera. Perder un día de salario en estos tiempos abanderando una reivindicación común tiene mucho mérito. También lo tiene el riesgo a “quedar marcado”.

De igual forma me parece muy respetable la opción de todos los que piensan que hay mucho que cambiar pero que una huelga general no es la manera. Mi apoyo también a todos aquellos que hoy han acudido a sus puestos de trabajo bajo esa premisa. Espero que todos los que hayan querido seguir con su rutina hayan podido hacerlo, de la misma forma que espero que todo el que haga huelga sea respetado.

Eso sí, huyo de los radicalismos y de las demagogias, en uno y otro sentido. Está bien, me habéis vuelto a pillar, sigo siendo una mujer de medias tintas. Hoy agradezco estar en paro, mi conciencia social no ha tenido que luchar con mi conciencia práctica. ¿Apoyo la huelga? No en todos sus puntos. ¿Me lavo las manos? No, me niego a lavarme las manos.

Seguiré defendiendo que:

- La frase “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” es mentira, gorda y podrida, aquí no ha habido gente que ha vivido por encima de sus posibilidades, ha habido administraciones que han gastado por encima de nuestras posibilidades y gentuza que en el camino se ha lucrado.

- Un país que cambia la Ley de Educación y la Ley de Sanidad cada cuatro años, coincidiendo con los cambios de gobierno, y que no prima ambas –Educación y Sanidad- por encima de otras necesidades, no puede funcionar como sistema democrático.

- Que no cierren la Princesa, que encierren al consorte de su cuñada… previa devolución de lo robado.

- Que el recorte empieza desde arriba y que antes que, o junto a, el recorte debería establecerse un serio, honrado y objetivo sistema de control del gasto y la gestión pública.

- Que creo sobre todo en el respeto mutuo.

- Muchas cosas más que no enumero por no convertir esto en testamento.

Pero también creo que todos tenemos que poner, de alguna forma, nuestro grano de arena. Creo que hay mucho por hacer y cada uno lo hará a su manera. Yo me comprometo a: huir de tópicos cenizos y descalificadores, a poner ilusión y buena cara al mal tiempo, a seguir confiando en las buenas intenciones de la gran mayoría, a darle vueltas al asunto y a más cositas que ya os contaré… o no.

Hagáis o no huelga, espero que el día os sea provechoso.

domingo, 11 de noviembre de 2012

El catálogo


El otro día entré el super y me sentí asaltada por el módulo de los turrones. ¿Ya estamos así? Me dije al sentir que dos meses antes la Navidad se hacía omnipresente.

Tres días después, al abrir el buzón me encontré con 
Ante el catálogo, que es la cosa más comercial que existe, no me sentí agredida, me sentí transportada.

El catálogo, ese mazacote lleno de juguetes contenía magia. El catálogo era la estrella navideña que anunciaba a los Reyes Magos. Era la puerta al mundo de los juguetes, sólo tenías que elegir y esperar. ¿Quién recordaba de un año para otro que sus Majestades no leían con demasiada atención la carta y siempre se olvidaban de más de la mitad, o que se equivocaban y en lugar de una cosa traían otra, o que la bici que habías pedido la recibía otro de tus hermanos porque tú tenías el tamaño justo para heredar determinado modelo BH?

Nadie. Nadie. Cuando el catálogo llegaba a tus manos, si tenías suerte y eras el primero corrías a esconderte debajo de la mesa, o detrás de una cama. Y allí, pasabas las hojas con un rotulador de cualquier color en la mano. Me lo pido, me lo pido, me lo pido… Y con un círculo irregular, si es que eso existe, enmarcabas el objeto de deseo. Es decir, enmarcabas el ochenta por ciento del catálogo. Si tenías mala suerte y ya lo había pillado otro, te tocaba esperar, o localizar su escondite y asomar la cabeza, o intentar asomarla ofreciendo resistencia a los empujones “quitamoscas” del primer posicionado.

Luego estaban las negociaciones. “Me lo pido”. “No, eso me lo pido yo, mejor tú pídete ésto, que es genial y divertidísimo”. “Pero es que a mí me gusta la tricotosa” “¿La tricotosa? Eso es una tontería, mejor te pides esa caja del Exín Castillos, la juntamos con la mía y hacemos castillo más grandes”. Tener hermanos mayores tiene eso, sufres manipulación mediática desde tu más tierna infancia…

En casa además visitábamos al padrino, que no era pastelero como el de la gran familia, sino juguetero, que molaba más (y lo que más molaba era que el padrino era Mío, lo que me hacía sentir tan importante como para pasearme con la nariz alta delante de mis hermanos, aunque ellos ni se percatasen, cuando se trataba de juguetes). Sus Majestades de Oriente solo tenían que pasar por la calle Colegiata. Entrar en aquél almacén que a mí me olía a gloria bendita (de ahí me viene la manía de aspirar hondo cuando entro en un almacén de mercancías). Recoger el pedido de la familia L. y depositarlo en casa. No podían quejarse, les dábamos el trabajo hecho, y aún así siempre se les perdía algo por el camino. Pero ¿qué más daba?

Magia, magia, magia. Me niego a admitir ningún rasgo de consumismo en ese proceso. Igual que me niego a admitir que los niños de ahora sean sólo consumismo (lo son porque los mayores lo fomentamos y permitimos). Creo en la mágica proximidad de los Reyes Magos y espero que a pesar de esa cosa horrible que empieza por C. la inmensa mayoría de pequeñajos de este país pueda disfrutar de la ilusión de recibir algo bonito la mañana de Reyes.

Desde la frivolidad con que empecé a escribir este post, me quedo dándole vueltas al tema. Pero muchas vueltas… 



jueves, 25 de octubre de 2012

Elogio de lo sorprendente





“Dame todo tu odio en forma de moneda y lo reciclo. Lo voy a convertir en resaca esta noche.” Individuo vestido como un artista callejero cualquiera, es decir, normal y corriente. Una calavera de plástico sin cráneo en la mano, a modo de cuenquito.

Una frase absurda que te saca de tus pensamientos y te hace reír, sin pararte a pensar en el significado real de esas palabras. “Gracias guapa”, te dicen cuando parece que te alejas sin hacer caso del reclamo. En realidad todavía no te ha dado tiempo a pararte y desenfundar el monedero. Resalto aquí que la frase de agradecimiento también está estudiada. Ese guapa no tiene importancia semántica, pero sí contextual, ese guapa va dirigido a una persona joven, eh, ¡ahí te han tocado!

No hubiese hecho falta ese apoyo. La sorpresa y el humor de la primera frase “dame tu odio en forma de moneda y lo reciclo”, ya te ha hecho llevar la mano al bolso. Te paras, buscas algo suelto y lo echas en el macabro cuenco.
Te alejas, analizas la frase, literalmente le has dado una moneda a una persona que presupone que sientes algún tipo de odio y que además te dice que la va a invertir en bebidas alcohólicas. ¿Te sientes defraudada? Para nada. Me ha sorprendido. Ese tío es un estratega del marketing directo. En este mundo lleno de estímulos, la sorpresa se lleva la palma.

Una sorpresa positiva y contextualizada, claro. ¿Os imagináis que me encuentro al mismo individuo en uno de mis paseos solitarios por el campo? ¡Mon Dieu, qué susto! No quiero ni pensarlo.

martes, 23 de octubre de 2012

Paisajes


Saben Dios, mi madre, digo yo, y la gente que me conoce que soy una urbanita con alma de alondra. Sea lo que sea eso.
Mi vida se ha desarrollado sobre suelo asfaltado, me puedo perder por Madrid y no echar nada en falta. Es más, puedo pasear por mi ciudad imaginariamente, sin necesidad física de recorrer sus calles. Soy como un googlemaps de corte prehistórico. Así que no es raro que desde hace unos meses me sorprenda a mí misma preguntándome qué hace una chica como yo cogiendo un autobús todas las tardes camino de las montañas, y viceversa por las mañanas.
Tengo respuestas lógicas, estratégicas, históricas y sociológicas, más o menos absurdas. Pero la que más me gusta no está compuesta de palabras. Es el silencio lleno de significado que me invade cuando abro la ventana de mi cuarto y me encuentro un amanecer sobre las cumbres, o cuando de regreso levanto la mirada del libro y veo la silueta serrana cada vez más cerca.
No sé cuanto tiempo durará esto, pero mientras tanto merece la pena disfrutarlo.

viernes, 19 de octubre de 2012

Gauguin y otras dos más


Otras tres exposiciones, todas en el eje Prado-Recoletos.

El libro como... Si os apasionan los libros, si os arranca una sonrisa lo original, si disfrutáis con las sorpresas, si os gusta lo imaginativo. Pasaos por la Biblioteca Nacional. No solo por los libros expuestos, algunos verdaderas colecciones de arte, sobre todo por la forma en que la exposición está planteada. Hasta la "guía" es una sorpresa, que no se os olvide coger una.
BNE. Hasta el 13 de enero.

Y una vez que estéis allí, si os sobra tiempo, en la sala de al lado tenéis las fotografías de Juan Gyenes (1912-1995), fotógrafo de origen húngaro afincado en España. Retratos de personajes, de caché o de papel couché, de  los Reyes, Julio Iglesias, la Duquesa de Alba, Antonio el bailarín, Carmen Sevilla, Isabel Presley, Salvador Dali... Como curiosidad, la foto que se usó para los típicos sellos con la cara de Franco.
BNE. Hasta el 18 de noviembre.


Y a la que hay que ir, sin dudar: Gauguin y el viaje a lo exótico. No perdáis de vista la última parte del título. Además de disfrutar en directo de Gauguin -estar ante uno de sus cuadros supera cualquier expectativa- os encontraréis con una amplia muestra de obras, de diversos pintores, llenas de colorido e inspiradas en países exóticos.
Matisse, Paul Klee, Kandinsky, Emile Nolde, Franz Marc...
La última sala de la exposición la cierran obras de Matisse y una película rodada en 1930 en la Polinesia Francesa por un director expresionista alemán, F.W. Murnau. Unas imágenes que me hicieron pensar en lo "palurdos" que hemos sido siempre en el mundo occidental. En esa época estoy segura de que en Europa los nativos parecerían totalmente "primitivos". Ahora que nos hemos liberado del puritanismo y de mucha tontería te das cuenta de que son imágenes de gente que vive una vida sencilla, pero rica, en un lugar con una climatología envidiable.
Museo Thyssen-Bornemisza. Hasta el 13 de enero.

jueves, 18 de octubre de 2012

Cambio de chip




Copia, de una reproducción del Retrato de Igor Stravinsky de Picasso.

Sé que no es una maravilla, pero no está mal. Eso sí, os confesaré que tiene truco (varios):

. Es un ejercicio de un manual.
. Lo he pintado boca abajo (yo no, claro, el dibujo).
. La copia también estaba boca abajo.
. No he atendido al sentido del dibujo completo, sino que lo he ido copiando línea por línea. Es decir, mi objetivo era hacer caso omiso de que estaba dibujando una figura humana.

En teoría lo he realizado utilizando mi lado derecho del cerebro, mi lado intuitivo y no-verbal. El que, según la autora, se utiliza para dibujar.



No sé dónde me llevará este aprendizaje autodidacta. Ya os iré contando si es efectivo o no. El caso es que es curioso y entretenido, así que he decidido recomendaros el manual que estoy utilizando.
Una de mis últimas adquisiciones en la Isla Esmeralda, de la que no me arrepiento para nada: Dibujar usando el lado derecho del cerebro de Betty Edwards, al parecer todo un best seller desde los años 70.


¡Os prometo que me gustaría tener un par de horas más en el día para seguir haciendo cosas!


miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Una rosa es una rosa?




Hace unos días, al salir de casa me encontré con este especímen de rosa común. Roja, grande y con los pétalos bien abiertos. Se esforzaba por alcanzar al ciprés de la puerta en su camino al cielo.
Imposible mirarla desde arriba. Nunca había visto un rosal tan alto, o al menos ninguno tan evidente como para quedar registrado en mi canon de plantas que pueden alcanzar cierta altura.
La imagen era hermosa, así que desenfundé mi smartphone y le hice una foto. "Grandes Esperanzas" fue el título que se me ocurrió para acompañarla escuetamente.
Hoy que la rescato, la miro y la remiro. La convierto en postal y se la dedico a todos aquellos que cada mañana se estiran, sin miedo al ridículo, para tocar un pedacito de cielo. Aunque las apariencias lo nieguen, las nubes no se hicieron solo para cipreses.

martes, 9 de octubre de 2012

Salvajes



La había descartado nada más vislumbrar el argumento. Pero entonces no contaba con que me apuntaría a un plan de cine esbozado por tres hombres. Salvajes. No había escapatoria.

La película comenzó y reconozco que me sorprendió. Es cierto que algún que otro seso sangrante salpica al espectador, pero no al nivel desmadrado que había imaginado. La trama te engancha y tiene sentido. Los tres jovenzuelos protagonistas, ella y ellos, son guapos a rabiar y su triángulo amoroso "idílico", además, la contrapuesta visión del negocio de ambos socios tiene su punto. Se puede decir que se establece un equilibrio entre los tres protagonistas y las tres estrellas consagradas que aparecen en la peli, con papeles importantes, pero en un segundo plano. Travolta discreto, pero cada día más atractivo, en el papel del poli corrupto un poco estúpido, o eso parece, Benicio del Toro, haciendo de malo malísimo, como no, y Salma Hayek al frente de la banda de traficantes mejicanos que la lían parda.

Dentro de lo que es el género todo iba bien. Hasta que Oliver se me marcó un final de principiante. No os lo voy a desmigar, pero Oliver, eso no se hace. Un director con tu trayectoria no puede recurrir a la típica sorpresa final que ya no sorprende porque es un truco más viejo que el TBO. Yo le quitaría esa parte, los diez minutos previos al cuarto de hora final (es aproximativo). Entonces os diría que había salido gratamente sorprendida dadas las expectativas que llevaba al llegar a la sala. ¿Qué os digo ahora? Pues que hagáis lo que queráis, que la película se deja ver y aunque sangrienta es simpática. Eso sí, si vais, decidme luego que os ha parecido el final…

miércoles, 3 de octubre de 2012

El paréntesis y algo más


Aquí te espero poniendo un huevo, que decía la gallina de Gloria Fuertes. Yo te digo que en este interín no paro, ejercito el bricolaje, la cocina, la lectura, la escritura, la pintura, el dibujo, lo que me pongan por delante. Camino por el prado y por asfalto y me sigo maravillando.

Mis pasos y apetencias me llevan, en diferentes días y por simple azar, de la librería La Central de la Fundación Mapfre al nuevo establecimiento que esta cadena ha abierto en Callao. Me encanta, pero como toda librería para mí es un lugar de perdición. Me gustaría tener tiempo para quedarme a encontrar los cien autores y dos personajes (creo) que hay escondidos en la sopa de letras del patio, os aseguro que el premio merece la pena. En lugar de eso reincido, me compro dos libros, uno de ellos un cómic. ¿Debería decir novela gráfica? Se titula Sangre de mi sangre, me encantan los dibujos, y el nombre de la autora Lola Lorente, me permiten autojustificar el gasto, como si se tratase de una señal. A pesar de su final triste no me arrepiento de la compra. (Premio autor revelación 2012 del Salón del Cómic de Barcelona, por cierto)

Como unas cosas llevan a otras, dos días después me acerco a la biblioteca de mi pueblo, me abro ficha y la estreno con los tres primeros cómics con los que tropiezo. El primero es un Manga realista –Estoy reventado, de Fukumitsu Shigeyuki- así que me ejercito en la lectura inversa, de atrás a delante y de derecha a izquierda, alabo también los dibujos, sin cogerle mucho al sentido a las historias cortas que no sé si son unidades aisladas o forman parte de un todo. ¿Seré viejuna?

Pero del que os quiero hablar es del segundo (el tercero me espera en la mesilla de noche). Se titula El paréntesis, la autora es Élodie Durand, y todo: dibujos, historia y forma de contarla me han cautivado. Tanto, que hasta se me han empañado los ojos. (Premio BD de los lectores del diario Libération y Premio autor revelación Angoulême, ambos 2011). Élodie relata una historia presumiblemente autobiográfica en la que la protagonista se enfrenta a un pequeño tumor que le hace tener ataques epilépticos y pérdidas de memoria. Es maravillosa la expresividad de las imágenes, la forma de explicar como esos aliens inmundos que son los tumores pueden “poseer” al dueño del cerebro en que se instalan. Os lo recomiendo, es una forma de conocer lo que se vive al otro lado.

;) querida B.!

lunes, 1 de octubre de 2012

Madrid me atrapa o El corazón "partío"




Amsterdam en Madrid
¿Donde si no?
El ying y el yang, lo positivo y lo negativo, lo masculino y lo femenino, la luz y la oscuridad, el sol y la luna… y además el campo o la ciudad. Que sí, que desde hace unos meses tengo el corazón “partío”. Me voy a la Capital y Madrid me absorbe, cualquiera que me viese pensaría que soy una visitante. Me meto en el metro y me fascina la variedad de gente que me encuentro. Mi mirada se pierde, cada dos metros descubro miles de propuestas en que emplear mi tiempo. Las posibilidades se multiplican, claro, porque Madrid no deja de ser mi ecosistema.

Por eso bajo un día y me quedo, me quedo y me quedo. Cualquier excusa me vale. Y entonces llega el momento de regresar a donde tengo la mitad de mi ropa, la mitad de mis libros, un “cuarto propio” en palabras de Virginia, un matrimonio inmobiliario no totalmente avenido y supongo que algo más. Pensar en dar la espalda al medio urbano me da pereza, miro el asfalto, el engañoso cielo azul de mi ciudad natal y me lleno los pulmones de auténtica contaminación madrileña.

Vs. Fauna no urbana
Pese a todo agarro el autobús y “me regreso” a la tranquilidad serrana. Aquí tengo aire puro, o más puro, montañas, una multitud de especies animales y vegetales que nunca había observado con tanta atención, una chimenea, una nevera con algo de comida, estrellas, una cafetera italiana, tranquilidad frente al teclado, un mando de televisión para mi sola… la verdad que también un montón de cosas.

Somos seres duales, de la cabeza a los pies, y eso no nos lo quita nadie, está claro.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

RETRATOS



Ahora que vuelvo a mirar la información de la exposición me doy cuenta de que esta vez he sido muy eficaz y os aviso con tiempo. Desde hoy y hasta el 6 de enero, pero no lo dejéis para el final que luego ya sabemos lo que pasa, podréis visitar en las Salas de Recoletos de la Fundación Mapfre la exposición RETRATOS.

Un lujo por varios motivos, entre otros: Primero, son obras maestras del Centre Pompidou de París que vamos a tener aquí durante más de tres meses. ¡Y con entrada gratuita! El segundo, la exposición está compuesta por ochenta retratos, la mayoría pintura, pero también alguna escultura, realizados en el siglo XX por diferentes autores. La muestra, por tanto, es un recorrido por la evolución del arte del siglo XX, desde sus primeros años hasta los últimos. El tercero, que sigue siendo el segundo, es que el número de autores es enorme: Picasso, Matisse, Modigliani, Bacon, Saura...

No he conseguido dar con ninguno que no me gustase, aún más, que no me sorprendiese. He encontrado muchos, seguramente más de la mitad, que me han encantado. He avanzado desde el retrato, ya modernizado pero todavía fiel a la realidad, de los primeros años del siglo pasado, pasando por el conceptualismo de las vanguardias, hasta el humor o la modernidad pop de sus últimas décadas. He sonreído, me he maravillado, he comparado, me he parado a pensar lo diferente que puede ser un cuadro de otro según la pincelada, el estilo, la visión, a pesar de utilizar los mismos materiales…

En resumen, he disfrutado mucho, muchísimo. He salido entusiasmada. He hablado maravillas de la exposición, se la he recomendado a mis sobrinos, a los de todas las edades. Y me he hecho la promesa de que volveré. Quizás a una de las visitas guiadas que se anuncian de lunes a jueves, a las 16:00 o a las 17:00 horas.

RETRATOS : Fundación Mapfre. Salas Recoletos. Paseo de Recoletos, 23. Lunes de 14 a 20 horas. Martes a sábado de 10 a 20 horas. Domingos y festivos de 11 a 19 horas. Entrada gratuita.

Y otra cosa, si esperáis al 6 de octubre,  haréis un 2x1, porque ya se anuncia una exposición de Jean Paul Gaultier, que tomando como referencia la de Yves Saint Lauren, tampoco pienso perderme!


lunes, 24 de septiembre de 2012

Jimmys winning matches!




Empiezo la semana con un poco de ritmo y humor irlandés desde las Islas Canarias, aderezado con ritmo senegalés, por obra y gracia de mis contactos en la Isla Esmeralda. No podréis negar que tiene ritmo: Up Donegal!

viernes, 21 de septiembre de 2012

La lectora indiscreta


Soy pérfida, lo sé, pero aquel tipo se lo merecía. Llego tan tranquilo y se sentó como solo saben hacerlo los tíos, con las piernas abiertas y sin que le importase lo más mínimo que su hombro estuviera empujando el mío. Miré la línea entre ambos asientos... a pesar del tamaño de mis caderas era él el que rebasaba el límite. No soporto la proximidad humana en el transporte público cuando no es indispensable, una es amable y educada, pero la procesión va por dentro...

Te vas a enterar, me dije. Ahora la venganza era mía. Yo no llevaba libro, hacía tanto calor que había decidido rebajar el peso del bolso y además el bochorno me había provocado dolor de cabeza. Ataqué. Desplacé mi mirada en un ángulo de 45 grados hacia abajo y 180 grados hacia la izquierda. Él leía Una novela francesa. Genial, pensé, no la he leído, así me hago una idea. Pesqué un fragmento, pero no me dio tiempo a mucho. El individuo tenía un sexto sentido, u ojos en el cogote. Volvió la mirada y comprobó que sí, su vecina de asiento estaba leyendo su libro. Naturalmente, su vecina de asiento, o sea, yo, concentrada en la venganza, no se dio por aludida, a pesar de seguir sus movimientos por el rabillo del ojo, y siguió con la mirada fija en la letra impresa.

El hombre ladeó un poco la parte derecha del libro. Egoísta, dije para mis adentros, la letra impresa no se desgasta a golpe de miradas ajenas, poca solidaridad hay aquí y luego exigiremos cultura para todo el mundo. En un descuido mío, el hombre aprovecho para cerrar la parte derecha del libro hasta los 90 grados. Egoísta, no podrás conmigo. Impasible, comencé a leer la sinopsis de la cuarta de cubierta.

Así estuvimos un rato, él probando diferentes posiciones librunas. Yo, imperturbable, leyendo hasta el más mínimo caracter que asomase a mis ojos. El hombre se iba poniendo más y más nervioso. Soy pérfida, lo sé. Yo disfrutaba. Y cuando ya no lo esperaba, consiguió sorprenderme. Toma, me dijo, cerrando el libro y poniéndolo sobre mis rodillas.

Pero yo soy perro viejo. Le sonreí. Cogí un bolígrafo de mi bolso, abrí el libro por su primera hoja y le escribí esta dedicatoria: "La letra impresa no se desgasta. Con cariño, Pili" y digna como solo una lectora indiscreta puede serlo me levanté y bajé del autobús, porque aquella era mi parada.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Teorías



Pero no os creáis que son todo trabajos manuales. Mi mente también sigue en funcionamiento estos días. Y para demostrároslo voy a esbozar dos teorías que los amantes de la investigación periodística o científica pueden usar, sin remordimientos, de punto de partida para posibles tesis.

La primera me asalta cada vez que doy un paseo por el campo. ¿Qué tengo yo para que las moscas y demás insectos alados me persigan en campo abierto? Sí, persiguen, continúan el camino contigo, te acosan machacones, por mucho que agites tus brazos o que intentes correr. Insecto que te ficha, insecto que “cabalga a tu lado”. ¿Os acordáis de aquel espía de Asterix que tenía una mosca mensajera? Pues no era ficción, es real.
¿Será que los mamíferos emitimos algún tipo de calor, olor o sensación térmica? ¿Por qué rondan ojos, nariz y boca primordialmente? ¿Será que el final del verano les vuelve locos? Os prometo que es algo que me atormenta en cada salida montañesa, sobre todo porque tengo que usar mis brazos a modo de aspa de molino y es cansado y pelín estresante. Incluso he buscado información en Internet, pero no hay ninguna explicación científica a tan inteligente pregunta. Os lo avisé queridos biólogos toda una tesis doctoral acabo de poner a vuestros pies.

Y la segunda es una simple sospecha, que desde luego no pienso investigar, pero que hay queda. Creo que cuando pones un anuncio de pago en un portal inmobiliario y está a punto de espirar, hay gente contratada para llamarte a concertar una visita y luego anularla. Puede ser casualidad, pero ya me ha pasado dos veces y por partida doble, es raro. Una nueva sospecha para amantes de la teoría de la conspiración.

No me diréis que este blog no cumple su función divulgativa…

martes, 18 de septiembre de 2012

De momento



Me podía haber ido a un monasterio zen, pero me refugié en mi propia casa y decidí prestarle un poco de atención. Llevo unos días tapándole algunos agujerillos, con mis propias manos y con manos ajenas. (Gracias a la recomendación de un amigo encontré el partenaire ideal para estos menesteres. Nada que ver con Pepe y Otilio, la verdad.)

Os aseguro que el bricolaje me tiene absorbida. De la mañana a la noche. El trabajo manual y los paseos por el campo se han convertido en mi yoga diario. No le doy vueltas a las cosas, no me da tiempo, simplemente me muevo. Creo que en esto consiste eso de “disfruta del momento”…

jueves, 13 de septiembre de 2012

Mujer de poca fe...



Os prometo que no pasé una buena noche, y ya es absurdo que un par de grifos te quiten el sueño. Cosas del duermevela, ya me veía yo sin agua, al menos dos semanas, intentando localizar algún fontanero de verdad en este pueblo que queda desierto, por vacaciones del personal, en el último mes del verano. 

Sin embargo, lo prometido es deuda y si hay que retractarse, pues se retracta una. Finalmente Otilio y Pepe Gotera volvieron esta mañana a mi domicilio, enroscaron los grifos correctamente y se marcharon con su look de la colección Ole! a la búsqueda de nuevos clientes. Y yo me quedé un poco compungida por haber sido injusta, al fin y al cabo sólo son dos individuos intentando hacerle frente a la crisis. Eso me dije yo, olvidando completamente la escalada de despropósitos de ayer tarde. Mujer de poca fe, me repetí a mi misma, mientras en mi cabeza se me aparecía la imagen de una amigo mío al que le encanta esa frase. 

Eso sí, aunque me lo pidáis no pienso recomendaroslos ni daros su teléfono. Recordad estas máximas vitales: "si bebes no conduzcas", "compartir es vivir" y "si necesitas una reparación doméstica, nunca llames al primer teléfono que caiga en tus manos"...

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Chapuzas a domicilio...



Llevaba varios días con ese papel en la mano. Para esas cosas soy bastante indecisa. Necesitaba arreglar un pequeño escape en unos grifos y el fontanero que me recomendaron y al que había acudido últimamente estaba de vacaciones. El papel lo encontré hace una semana en el “super”.

Alguien con nombre de culebrón, pongamos Alberto Carlos, se anunciaba para todo tipo de chapuzas, arreglos e incluso reformas. “Te lo piensas todo demasiado” me decía a mí misma recordándome qué solo se trataba de un pequeño escape en un grifo.

Así que esta mañana me decidí a llamar. Me dieron un presupuesto que me pareció caro, les dije que ya les llamaría. Un par de horas después me devolvieron la llamada, ofreciendo una rebaja. Esta bien, respondí, y me dispuse a esperarles.

Llegaron casi una hora después de lo que me habían dicho. ¿Habéis leído el Pampinoplas? ¿Os acordáis del abuelo de “sube al desván”, ese que pintaba José Ramón, el dibujante de la tele? (estoy hablando para viejunos, que quede claro). Si estas pistas os parecen rocambolescas solo tenéis que recordar al sabio inventor de “Regreso al Futuro”, mi nuevo fontanero luce el mismo peinado.

Alberto Carlos (naturalmente ese no es su verdadero nombre), llegó acompañado de un amigo-socio, que además le hace de chófer. Los dos entraron en mi casa. Si Alberto Carlos hubiese llegado solo yo sólo hubiese pensado en el Pampinoplas. Pero cuando les vi entrar juntos no pude por menos que pensar en Pepe Gotera y Otilio.

Soy así, pienso en cómics, libros, películas, series, a la primera de cambio. Pero esta vez llevaba razón. Todo parecía ir bien hasta que Otilio se cargó una pieza de uno de mis grifos sin tener recambio a mano. Aquí la cosa se complicó. La historia avanzó en viñetas. Otilio se carga la pieza. Otilio no tiene recambio. Pepe Gotera se impacienta. Otilio empieza a desmontar otros grifos para ver si puede sustituir la pieza. Otilio y Pepe Gotera discuten. Otilio desaparece mientras el agua sale a borbotones.

En resumen, que me han dejado con el agua cortada hasta mañana en que volverá Otilio con la pieza. El grifo que se supone está arreglado sigue perdiendo agua, es cierto que ahora sale en otra dirección. Y encima hoy me he quedado sin paseo.

Mañana os resumiré la segunda parte. Si todo va bien me disculparé en este mismo blog. Si algo va mal, confirmaré mi corazonada de que una propaganda en la que se resalta “soy español” no puede traer más que eso, una tópica escena patria de lo peorcito…