Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

jueves, 30 de septiembre de 2010

Con estos si


Salgo de yoga y me acerco a la glorieta de Bilbao. Oigo un jaleo impresionante. En el semáforo de la calle Carranza un millar -o dos- de ciclistas, hacen la ola levantando su bici.
Hoy es jueves, último jueves del mes, y bicicrítica toma de nuevo las calles de la capital. Les sigo desde la acera opuesta, mientras bajan por Sagasta y Génova, hasta Colón. Veo el enorme gusano continuar hacia Jorge Juan.
En el sentido de subida un centenar de coches atascados tocan, histéricos, sus "bocinas". Lo siento si estabas atrapado en el mogollón. Toda mi simpatía se la llevan los ciclistas y patinadores que bajan. Un grupo alegre, sanote y reivindicativo. Con razón. A estos si que debería unirme, me digo. En cuanto tenga mi bici de paseo.
¡Queremos carril-bici! serio y completo ¡Ya!

Gavilán ataca, de nuevo


Gavilán Palomo cumple diez años. ¿Y quién es Gavilán? Se preguntarán algunos. Pues nada más y nada menos que una mujer cualquiera a la que un día se le ocurrió apuntarse a unos cursos para post-adolescentes en una localidad costera. La pobre, sin comerlo ni beberlo se convirtió en el chiste recurrente de tres post-ados muy saladas, pero con muy mala leche.
Desde entonces Gavilán ha sobrevolado por mi vida, primero en forma de fancine, luego en novela y ahora, para celebrar su aniversario, se apunta al mundo blog. Tiene su gracia, más que eso, luce un humor gamberro que te hará soltar carcajadas. La añado en mi lista de blogs, para cuando os aburráis en la oficina. Os recomiendo ponerla en favoritos.
Un éxito asegurado. Ya tiene más seguidores que mi blog, lo que tampoco es muy difícil.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

A primera vista


Una de las cosas que más me gusta de esta nueva etapa Zen, en la que Maru me ha embarcado, es verme rodeada de gente sorprendente cada dos por tres. Ayer mismo me reuní con un grupo de esos encantadores seres en una jornada de puertas abiertas. Nos surtimos de nuevos complementos, nos tomamos un vinito y nos reímos.
Me gustan esas veladas de espíritus libres en las que se puede hablar de lo divino y lo humano, de duendes y encantamientos, y nadie te mira como si hubieses perdido un tornillo. En realidad, creo que el secreto consiste en que cuando se nos afloja una tuerca no nos paramos a buscarla, caminamos más ligeros.
Así que allí estaba yo. Resplandeciente, como lo estoy desde que la semilla empezó a germinar en mi interior. Cuando un exótico y desconocido hombre de ojos profundamente negros me sonrió desde la otra punta del salón. Ya está, me dije, lo he conseguido, soy Zen, alegre e irresistible. No era guapo, pero era cautivador.
Así que, intrigada ante la vista de una persona nueva e interesante, seguí sus movimientos, a ratitos, por aquel salón inundado por la conversación, la risa y las buenas vibraciones.
Llegó la hora de despedirse y el desconocido se me acercó. Y entonces abrió su boca y con su sugerente acento me musitó: "lo que tienes que hacer es coger dos batatas, una zanahoria..." y a partir de aquí me dio la receta secreta de un puré supervitaminado que me aportará ese "algo" que me falta y acabará con mis ojeras congénitas.
Os sonará cómico, según quien seas. Pero yo ya me he comprado los ingredientes para esa poción que ingeriré semanalmente hasta que ese "algo" que me falta forme parte de mí, sea hierro, sales minerales o un poquito de cariño naranjil. Me da igual. Confío en el exótico desconocido, ya no tan desconocido, y en el diagnóstico de sus profundos ojos negros.

Además, nunca había captado la atención de alguien de una forma tan meteórica. Lo dicho, soy Zen, alegre e irresistible. Incluso faltándome un algo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Yo no voy

No sé si es apropiado lanzarse al debate político en Internet, sobre todo viniendo de una persona con poca confianza en el sistema político actual. Digamos que soy políticoescéptica e ilusoesperanzada. No sé si fue aquí o en el diario donde ya confesé que mi gran sueño es que amanezcamos el día después de las elecciones con la victoria de un tercer partido salido de la nada. Únicamente para disfrutar de la cara de perplejidad de los grandes y lentos dinosaurios de la política española.
Pero hoy no hablamos de partidos, hablamos de huelga. Hace un par de semanas me paré a pensar. ¿Qué voy a hacer? Me miré por dentro y por fuera y decidí que carecía de criterio para tomar una decisión. Por una parte, en plena crisis, me parece una irresponsabilidad parar un país. Por otra parte, es cierto que ZP se merece un desplante por la mala gestión de su gobierno -y le toca a él, pero como buena politicoescéptica, la falta de reacción es total, en todas las "formaciones"-. Por otro ladito, ni siguiera el motivo central de esta huelga, convocada por los Sindicatos, es la crisis y la mala gestión, sino la ley de reforma laboral. Por acullá, no creo que los sindicatos hagan grandes propuestas a la hora de negociar una Ley de Reforma Laboral, que seguramente es necesaria, ¿alguien ha hablado aquí de conseguir unos salarios mínimos dignos?, seguro que los trabajadores españoles estarían dispuestos a un mercado más flexible si los salarios dignos estuvieran garantizados. En el más allá, es triste que siempre que los Sindicatos estén por medio, muchas personas, entre las que me incluyo, digamos "quita tuso", y que nadie malinterprete, creo que son necesarios y que han conseguido mucho, pero estos también necesitan una buena lavada de cara...
Así que con tanto aquí, acullá y más allá, decidí que mejor dejaba de darle vueltas, que total, yo trabajo en un sector donde sindicatos y empresarios (funcionarios-empresarios) llevan más de siete años negociando -en realidad peleados- un nuevo convenio que nunca toma forma, que no me parece serio que el motivo central de la huelga, con la que está cayendo, sea una ley mal negociada y que muchas de las personas que irán a la huelga -personas políticamente poco comprometidas, como yo- lo único que harán será tomarse un día libre, pero sin cobrarlo. Así que, equivocada o no, ya os he dicho que carezco de criterio, yo no voy, vamos, que voy a trabajar. Eso sí, andando...

domingo, 26 de septiembre de 2010

Uno por la banda


Fin de semana de lujo en Madrid. Hay que aprovechar ahora que el tiempo deja de ser radical y por unos días -esperemos que dure una temporadita- podemos disfrutar en la capital de una temperatura que para mí, que soy chica de primavera y otoño, es la ideal.
El sábado el Alcalde se inauguró Serrano. A pesar de que no es época para dispendios, me agarré a la excusa de que los comerciantes de la zona debían de tener alguna compensación, por las obras que han sufrido más que nadie. En lugar de boicotear, participé. Un ratito, no puedo hacer una gran crónica. Y a pie, que el carril bici aún no está transitable y todavía no tengo mi bici de paseo, todo llegará.
Y hoy, domingo, un clásico: el Retiro. La verdad que en Madrid el que no se mueve, participa y entretiene, es porque no quiere. Nada más entrar, en el Kiosco de música, actúa la banda municipal. Como llevo de la mano un pequeñajo impaciente no puedo pararme, buscar una silla o, mejor, sentarme en la hierba para disfrutar de música y árboles al mismo tiempo. Pero sí que me paro a leer la pancarta que cuelga del Kiosco y a buscarle una explicación. La he encontrado en Internet y he firmado. Entiendo que en tiempos de crisis haya recortes, pero nunca son los adecuados.

martes, 21 de septiembre de 2010

Sigueme, sigueme

Qué ilusión. Hoy he llegado al blog y tenía un seguidor.
Así que en honor -y gracias- a ella, le he dado al botón de incorporar seguidores y ya podéis apuntaros. ¿No es genial? Además, como no damos ninguna clase de premio no pondremos tampoco fecha tope para hacerse "socio" -por llamarlo de alguna manera- del balcón.
Solo tenéis que ir bajando por la página y lo encontraréis, intuyo que tenéis que pinchar el botón de seguir y la máquina os dará más instrucciones.
Tampoco es obligatorio que lo hagas, pero me hace ilusión. Y si eres alto, morenazo y soltero, todavía más -presumiré muchísimo de ello y enseñaré tu icono a todas mis amigas- igual hasta te doy un premio...

Un minuto "melíndico"




Noche de luna llena (canto bucólico)

Qué días estos,
ni para Mac tengo tiempo
y el bloguito huérfano, huérfano,
que si no es por Maru...
Y es que no sé,
desde que mis pensamientos aprendieron educación vial,
me he quedado así,
como en Off.
Desciendo desde la mente al corazón
pero no me decido a dejarme llevar,
y resignarme a dar un paso más
para fundirme con el todo.
Y es que a ratos,
me echo de menos.
Porque
¿Qué es Melinda sin su caos interior?
¿Qué es Melinda sin margaritas para deshojar?
¿Qué es Melinda sin pensar por él?
aunque pasen mil años
¿Y qué?
Ouuuu Yeah
Hace tres meses
que no lloro y es genial,
pero estaba tan acostumbrada a ser
espasmódicamelancólicasentimental,
que el ambiente otoñal
ataca mis vísceras.
Ouuuu Yeah, ouuuuuuu yeah, yeah, yeah...


(Y si hay algún valiente, que le ponga música)

viernes, 17 de septiembre de 2010

Tenemos carril bici


Boquiabierta y patidifusa me he quedado hoy al cruzar Serrano. Y me he tenido que tragar mis quejas de los últimos meses. ¡Pero si tenemos carril bici!, a la derecha de la megaacera de la izquierda -según se mira hacia la Plaza de la Independencia-, en la calle Serrano.
Y yo que vengo encantada de Viena de la sensación de libertad que da poder moverte en bicicleta de aquí para allá por una ciudad, ya estoy soñando con la bici de paseo que me voy a comprar. Quedan siglos para que podamos movernos por Madrid a la "vienesa", con el respeto a la bici de coches, taxis, autobuses y peatones. Pero algo es algo.
La siguiente gran tarea es conseguir conectar esos carriles bicis aislados que existen desperdigados por toda la ciudad. Yo apuesto por crear otro que recorra toda la calle Alcalá y otro más desde atocha hasta Plaza de Castilla y más allá siguiendo el "eje" Castellana-Prado-Recoletos.
Ya no tendré que planificar el carril bici madrileño para mandarle una carta al alcalde, ahora le doy una pizquita de confianza y a ver con qué nos sorprende. ¿Será la bici el transporte del futuro en la Capital? Ya lo estoy viendo... ¡Qué bonito!

domingo, 5 de septiembre de 2010

Viena


Desaparecí, lo sé. Sin deciros nada me he plantado en Viena. Desde hace días paseo en bicicleta por esta ciudad elegante y espaciosa, repleta de edificios enormes y armoniosos.
Por ahora, ya os digo, nos dedicamos a los exteriores. Hay que aprovechar que luce el sol y lanzarse a la calle. Recorro la ciudad, pedaleando como una loca. Reconozco que me ha costado un tiempo la adaptación, pero poco a poco voy siendo capaz de pedalear y disfrutar del paisaje al mismo tiempo.
Así que aquí estoy, totalmente integrada con el paisaje urbano. Camino en bicicleta siguiendo a mi particular y sonriente tropa Von Trapp. ¡Me tienen rota! Rota y feliz, disfrutando de este viaje, que una vez más -como todos los viajes- no es sólo un lugar, sino la gente y el momento.