Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

miércoles, 5 de enero de 2011

Apartando nubarrones

Miro a Maru y me cuesta mantenerle la mirada. Me conoce como la palma de su mano. Sólo con mirarle sé que lo sabe. ¿Otra vez? Me dice desesperada, como si fuese ella la que lleva todo el año pagando mis clases de yoga. Sí, otra vez, le tengo que responder mientras unas lagrimillas de autocompasión se agolpan en mis lacrimales.
¡Ay! qué tontitos somos los humanos, me digo, mientras escucho como Maru me bombardéa: ¿Conoces algún otro ser vivo capaz de autoconvencerse de lo miserable que es su vida tan sólo con estas manitas y su tricotosa? ¿Te imaginas un oso panda deprimido porque el bambú es muy difícil hoy de conseguir en China o porqué a su primo Chu-lin se lo llevaron hace tres décadas a vivir al otro lado del mundo? Esta Maru es un hacha echando sermones, me digo. Y me entra la risa floja, otra vez he vuelto a caer en lo mismo. No sé que me pasa, el cambio de año revoluciona mis hormonas, mis pensamientos y mi lógica. Llega el nuevo año y me parece que es el día de la marmota, otra vez, otra vez igual. ¿Qué estupidez verdad? Pero una es así, a pesar de su físico angelical, totalmente humana y terrenal.
Humana, terrenal, pero con grandes reflejos. Pues sabes lo que hago yo con tu "depre" de new year, me dice Maru... y se me marca una danza tribal por el pasillo. Y yo voy y me calzo los zapatos de claqué. Y así hemos estado hasta que ha subido el vecino, el que trabaja en el turno de noche. La verdad es que esta vida es una juerga.
FELIZ AÑO NUEVO, de buen rollito...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me remito al sms que te he enviado por la presente esta mañanita y que no me has contestado porque te la sopla mon coeur

sus dijo...

Fuera nubesssssssssss. Ya es verano.