Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

martes, 15 de marzo de 2011

Heroínas


Quedo con Mel en el vestíbulo del Thyssen. Sacamos nuestras entradas por separado, yo tengo acreditación, no en vano soy la responsable de la sección "cultura" del balcón. Desde que descubrí las audio-guías me he hecho adicta a ellas, así que cojo una. Sin embargo, desde los primeros cuadros me doy cuenta de que he cometido un error. No sé si soy yo que no tengo el día o es que esta exposición no precisa de información adicional. El caso es que dejo descansar el aparatito colgado de mi cuello y le doy el uso imprescindible.

Está bien la exposición, pero no me sobrecoge, ni me envuelve. Me gusta la primera sala "solas" y en especial la Habitación de hotel de Edward Hopper. De las "Cariátides" me quedo con las campesinas de Jules Breton; en la sala de las "Ménades" mi preferida es la peculiar Iris, la mensajera de los dioses de Rodin; de las "atletas", por elegir una, la Diana cazadora de Rubens; de las "acorazadas" me quedo con Juana de Arco de Rosetti; y entre las amazonas hay divertidas propuestas, lo reconozco.
Cuando termino me doy cuenta de que me queda lo mejor: Magas, mártires, místicas, lectoras y pintoras, están en la Fundación Cajamadrid. Me prometo que habrá segunda parte.

Estoy a punto de retirarme con Mel, pero decido que voy a investigar la otra exposición: Jean-Léon Gérome. Desconozco -o desconocía- todo sobre este pintor-escultor hasta hoy. Pero la suya se convierte en la exposición del día. Sus cuadros están llenos de colorido. Italia, Oriente, sus viajes se reflejan en sus cuadros, pienso que los pintores viajeros fueron los primeros encargados de abrir los ojos europeos a otras culturas. Gérome es innovador. Algunos de sus cuadros ofrecen un momento posterior al que habrían elegido la mayoría. En La muerte de César o en La muerte del Mariscal Ney, el acontecimiento ya ha pasado, los asesinos de ambos se alejan mientras el cuerpo queda sin vida en primer plano. Lo mismo ocurre con su Crucifixión -o Consumatum- donde en la parte inferior derecha del cuadro aparecen las sombras de las tres cruces -Jesucristo y los dos ladrones- mientras en la parte superior izquierda, los verdugos y espectadores abandonan el lugar en lenta caravana. Y también tiene sentido del humor, en la sala dedicada a "El artista en su taller", cada cuadro es un "cameo" del anterior. Y en el pasillo final no os perdáis a Diógenes y mucho menos a La verdad saliendo del pozo armada con su azote para castigar a la humanidad. Las esculturas son también digas de una larga mirada.

En resumen, que yo vería Gérome y de paso Heroínas. Eso o esperáis a que vea como son las magas, mártires, místicas, lectoras y pintoras y os diga por donde empezar primero.

Todo esto sin olvidar que esta es simplemente la opinión de una mirona de a pie.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y a tí que te pasa?, ya no curramos más, venga, escribiendo que es gerundio ma chére amie.