Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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martes, 22 de marzo de 2011

Destino oculto

Si dentro de un tiempo un domingo de invierno de esos de no moverte del sillón -porque saliste el día anterior o porque hace frío y llueve y es tu domingo mensual de tumbing- ves que empieza Destino oculto. Pues si te apetece no moverte ni para coger el mando. En esas circunstancias, recuéstate y la ves, si te quedas dormido tampoco te perderás nada.
Yo esperaría a entonces. Porque si te pasa como a mí hoy, que buscas una película en un horario determinado y de las que hay la que más se te ajusta es esa, mejor espera a la siguiente sesión o date un homenaje y meriéndate unas tortitas con nata y luego te vuelves a casa tan feliz.
Destino oculto es un "rizar el rizo" de la típica comedia romántica con ángeles de por medio. Pero "rizar el rizo" en plan bucles de la pequeña Lulú. Una historia rocambolesca sin pies ni cabeza, con una frasecita final que pretende darle un sentido profundo.
Matt ¿cómo pudiste hacerme esto a mí? Aunque en realidad Matt -Damon- es lo único bueno de la película, y eso que en sus últimas películas está como fondonzote y ha dejado de ser el jovencito que era para convertirse en un casi-madurito que empieza a perder sex-appeal (no para todas). Será que últimamente me gustan rubios y fondoncetes, además de que una no puede negar que tiene ya una cierta edad.

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