Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

lunes, 1 de marzo de 2010

...y el balcón sin barrer

Mi primera semana con el cuatro delante se me pasó volando, demasiadas sorpresas, demasiadas novedades, horario a tiempo completo, manuales técnicos en el bolso, planes y proyectos, y la sensación de tener muchas, muchas cosas por hacer, sin ocultar un paseo por las nubes (la experiencia de convertirte en "anfitriona" de una fiesta multitudinaria da mucho de sí) . Digamos que he empezado la década con las pilas puestas.
Y es lo que pasa, que me he dejado el balcón abierto y yo sin asomarme. No he regado las plantas, ni les he contado historias -al menos con el frío no me preocupa que les haya atacado el pulgón-, ni me he parado a mirar a los paseantes para inventarme sus vidas. Eso sí, siempre hay ideas que cruzan de pronto por tu cabeza, si eres rápida las apuntas en una libreta, o si estás algo torpe confías en que quedarán por algún rincón de la memoria y volverán a pasearse, que es lo mismo que entregarte a los hados de la casualidad.
A lo mejor con el viento que ha hecho dentro de unos días me encuentro alguna sorpresa entre las macetas: un pensamiento, un talismán, un poema o una estrella descarriada, cualquier cosa...
Esto de tener una ventana al mundo es enganchante. Mantenerme alejada del balcón más de tres días me produce vértigo, es como si dejara en pause una parte de mis actividades y no me gusta. Además ahora que he descubierto que el número de mis lectores supera el de los dedos de mi mano derecha -por favor, numerarse- tengo que mantener la antorcha encendida.
Y ya sé que este es un pobre post, pero hecho con glamour, a las doce de la noche, tumbada en la cama y con un Macbook bajo mis dedos.
¡Tiembla Carrie!

2 comentarios:

Adolfo dijo...

Pues a enumerarse toca:
Con el número 1: Adolfo¡¡¡
Por cierto, dale recuerdos a Mac y dile que invito a su primo Ipad a mi casa en cuanto se deje ver...

Anónimo dijo...

un dia fui a comprar bunuelos a una tienda conocida por todos, y tuvieron el descaro de decirme que se les habia cortado la electricidad y que se habian puesto todos malos.Habrase visto! Tuve que emplear eldinero en una tienda chucherias de cuarta calidad porque no habia otra n el pueblo. Un verdadero escandalo.Mi familia miro las chuches como si fuese una broma, y se lo metieron en la boca como si aquello fuese un postre de verdad. A la abuela le encantaron los melones de pica pica,pero a mi tio JOse Luis se le quedo pegada la dentadura a un regaliz. Cosas como esta hay que denunciarlas.
Gracias por todo,queridos amigos
Merlin NIeto