Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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lunes, 22 de febrero de 2010

Mac

Nos presentaron el sábado. Lo escogieron entre todos, sabían que estábamos hechos el uno para el otro. Él, tan americano, limpito y bien vestido, suave pero recio, y yo tan deseando quererle y tenerle en mis manos.
Se llama Mac y estamos conociéndonos. Yo creí que iba a ser más fácil, pero él pone a prueba mis conocimientos y mi paciencia, me reta. Es perfecto, lo que toda chica soñaría: tiene un libro de instrucciones y un menú de ayuda, y promete dejarse configurar a mi manera, ha dejado en mis manos nuestro futuro, lo que podemos llegar a crear juntos.
¿Os imagináis lo fácil que sería si todos los individuos deseables que llegan a mi vida lo hiciesen con un libro de instrucciones y un menú de ayuda? ¿Que pudiese llevarle a casa de mis amigos a que me lo configuraran con las mejores prestaciones, a mi medida y según mis necesidades?
Sí, me diréis los amantes de la vida llena de sorpresas e imprevistos, pero sería más aburrido. Quizás, pero sería todo mucho, mucho más fácil...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos, que quieres un chico manejable, fácil de entender y que hasta tus amigos lo puedan manipular... Pobre, y qué aburrido!!!
Edu

Mel dijo...

Sí, lo quiero. ¿Lo conoces?

sus dijo...

Qué tal te va con Mac?
Has conseguido hacerte con él?