Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

miércoles, 3 de marzo de 2010

Microrrelato

Ochocientos meses después sonó el móvil. La llamada que absurdamente -u optimistamente, o intuitivamente- todavía esperaba recibir. Contenido plano, y ella a la espera. Palabras vanas. Bien, sí, igual, lo mismo de siempre, aquello... No, aquello mejor déjalo. Vale bueno, pues adiós.
???????
Todavía no hemos evolucionado lo bastante para leer el pensamiento ajeno.
Ella tenía la clave en la cabeza para el buen fin de esa conversación, a su manera. Que quizás no fuera la misma manera con que él enfocase el buen fin de aquella conversación para la que tenía su propia clave en su cabeza.
La próxima vez, quizás.

Un galimatías, pero me reafirmo. Sí, lo quiero. El chico manejable, entendible y programable.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

realmente pasmante, si existe la palabra. Entonces, te ha llamdo el frutero con quien solias salir hace tiempo? Me alegro tanto. COmo ves, son las doce y cuarto de la noche y estoy leyendo las cosas que escribes, un verdadero ejemplo a seguirpor gente de esa que a media noche se da por vencida.
Te deseo lo mejor en tu viaje en globo
Rita Irasema

Mel dijo...

Sí Rita, una pasada ¿te acuerdas de las cerezas que te comías a su salud? Tienes razón, la lectura a media noche es saludable y productiva. Del globo mejor no te digo nada...

Anónimo dijo...

Si todavía no has encontrado la clave lo mejor es que llames al pollo giri del soporte técnico de tu MC y le digas "soy una cuarentona de cuerpo sexi y mente perversa" y luego me llames y me lo cuentes "todo".Bsssssss ton amour.