Rondando las doce de la noche mis demos de Illustrator e Indesing se despidieron de mí. Nuestro plazo había expirado y a no ser que adivinase el número de acceso o que mi hada madrina se presentase con la clave tendríamos que separarnos.
Así que ahí que me dejaron, más colgada que el príncipe de Cenicienta y con el documento en el que he estado trabajando durante este último mes a modo de zapato de cristal. Nos volveremos a encontrar, esta vez gracias a Mac, lo presiento. Y espero que el zapato esté entero y sin defecto para entonces, porque tiene ganas de desempeñar la función para la que fue concebido de una vez por todas.
Por cierto, la "vectorización", de momento, queda interrumpida.
Cartelera cultural: El largo viaje a Bordó
Hace 5 semanas
1 comentario:
Pues sigue, sigue, ahora que habías cogido carrerilla...
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