Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

domingo, 25 de abril de 2010

Fuera pedestales


No está de moda el pedestal. Es como los tacones, las plataformas, esas cosas. Van por modas. Y en este caso, yo creo que es resultado de un proceso lógico de democratización. Un grito de igualdad: piedra somos y en polvo nos convertiremos, todas al mismo nivel, ninguna más alta que otra.
Pobres estatuas mías.
Colón, a primera vista, podría decirse que no puede quejarse, todavía le queda su columna y la enorme base de la misma y está en el centro de todo el mogollón. Con buenas vistas, pero un poco desconcertado, creo yo. Si me he fijado bien mira al Sur y apunta al Este; así que, o tiene más información que hace quinientos y pico años y esta vez no quiere equivocarse y pretende llegar a la primera a las indias, ahora, sí que sí, Orientales; o está harto de indicarle a todo el mundo el camino hacia América y no cobrar un duro (¿o será que con la crisis le han recomendado que mande a la gente para Valencia, que es lo más cerquita con playa, y se deje de llenarles la cabeza de pájaros con eso de cruzar el charco?)
Y luego está mi gorda, ay, pobrecita la gorda de Botero. A ella me la han dejado a ras de suelo, olvidada en mitad de la isleta, entre un carril y otro del comienzo de Génova. Como si fuera una turista loca que ha confundido el asfalto madrileño con la playa de Benidorm, ha extendido su toalla y se ha olvidado del color de la arena. Menos mal que le han dejado su espejito para poder seguir mirándose linda, mientras ignora el inacabable suceder de neumáticos y neumáticos girando delante de sus ojos.
El pedestal de la gordi no se donde andará. El de Colón sigue vacío en su antigua ubicación, sobre la fuente de metacrilato, en una plaza que, ha costado tiempo y dedicación, ya puede presumir de ser la plaza más fea de España, Europa y probablemente de parte del universo mundo, con su césped de gravilla, sus casetas de obra, su stand de promoción del tunel atocha-chamartín, sus bancos rotos, y, en fin, su aspecto general de escombrera camuflada.

2 comentarios:

Mr Starman dijo...

Yo sin embargo siempre que paso por esa plaza pienso lo mismo:

-"Al contacto con una llama o rayo, como tiene que tirar esto".

¿Bestia? No, solo provocador (a ratos).

sus dijo...

Salvemos la plaza de colón.