El otro día paseaba por Ópera con mi amiga P. cuando vimos a cinco jovenzuelos con mallas de leopardo esperando a que el público rodease el escenario que una ristra de flores delimitaba en el suelo de la plaza.
¡Qué graciosos! Me encantó ver a chicos tan jóvenes buscando una manera divertida de pasarlo bien, darse a conocer, hacer lo que les gusta y ganarse unas perrillas. (¿Sueno tan mayor como soy? Ufff).
Son esas pequeñas acciones y gente tan animada las que nos hacen olvidarnos de la crisis. Gente como la que se embarca en proyectos de los que tengo pendiente hablaros, gente emprendedora y positiva, como los socios de El Sol de York, defensores de que la cultura no es un lujo (no os perdáis la pestaña de ofertas de su página), la autora de Sándwiches de Mermelada un libro tan especial como su protagonista o las chicas de Freehappyworkers, por poneros algunos ejemplos que me tocan muy de cerca y que no dejan de ser fuente de inspiración y optimismo.
A todos ellos y a muchos más gracias. Gracias por demostrarnos que hay vida, ánimo y risas más allá de la crisis.
2 comentarios:
No sé que decir! :O Me quedo sin palabras, muchisimas gracias por este post!
Jérôme, Model Breakers
No tenéis que decir nada. Muchas gracias a vosotros. Seguid bailando y disfrutando, da gusto veros.
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