Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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jueves, 6 de septiembre de 2012

Clásicos


Estos últimos meses, en los cuales me he dedicado más a observar que a relatar, más a absorber que a compartir, me han tenido alejada de otro de mis vicios. Como toda lectora que se precie tengo periodos de sequía. O tal vez con la edad me vuelva más exigente, o más dispersa, o más volátil. Hacía tiempo que no sentía "dolor de libros" como el otro día decía una viñeta de esas que circulan por Facebook.

Es cierto, hacía tiempo que mis dedos no se quedaban enganchados a un libro. Ni mi mente estaba pendiente de un desenlace. Hasta que el otro día casi por azar, rebuscando en mi biblioteca me encontré con un ejemplar de "Sobre héroes y tumbas" de Ernesto Sábato. 

Acabo de caer en que el azar no fue tal, las "recuperaciones" de septiembre de cierto pariente mío me abocaron a un libro de lengua y literatura de 4º de la ESO. Me vi repasando la literatura española e iberomericana de los dos últimos siglos (sin contar el presente, qué difícil se nos hace a los viejunos reconocer que el XX ya no es este siglo). Me vi, más que repasando, enganchada, emocionada, excitada, cautivada de nuevo por la Literatura, con mayúsculas. Fue así como mis ojos ávidos recorrieron las escasas baldas de mi biblioteca serrana y toparon con esa obra de Ernesto Sábato, al que reconozco no había leído nunca hasta el momento.

Y así me sumergí en las páginas de esa novela, que no se convertirá en una de mis preferidas, pero que es sublime en muchos de sus pasajes. Me vi "dialogando" de nuevo con un autor brillante, con un inteligente interlocutor capaz de despertar mis neuronas, sorprenderlas, divertirlas, satisfacerlas... y de qué manera.

Por diferentes circunstancias, en los últimos tiempos he llegado a amonestarme por lo "obsoleto" de mis lecturas, me decía que no estaba al corriente de las últimas novedades editoriales, que siempre recurría a los autores clásicos. Pero es que, ¡es tan atinado recurrir a un clásico!

Claro que es necesario descubrir nuevos autores, estar al tanto de lo que lee la gente. Claro que hay autores y libros buenísimos hoy en día. Pero no te despistes, consume, al menos, un clásico cada cuatro libros. Asegúrate de que al menos un veinticinco por ciento de tus lecturas te harán hervir las neuronas...

1 comentario:

La cuerda 3 dijo...

Me sumo a tu opinión, un cuarto de clásico al mes es estupendo!. Yo he descubierto a Crimen y Castigo y estoy tremendamente emocionada!! Gracias por esta aportación