En resumen, que aunque haga un par, o más, de meses que no me pego una llantina de las mías, todavía se me nubla el contexto, al menos, una vez al mes.
Pero lo bueno, es que como ya os he dicho miles de veces soy volátil y cambiante, y el más pequeño detalle me sube la moral.
Esta misma tarde, mientras me cambiaba rauda y veloz para mi clase de yoga, al quitarme un pendiente perdí una tuerca -del pendiente, éstas sí me paro a buscarlas-, la busqué, antes y después de la clase, y la di por perdida. Pero cuando baje a la calle, mientras hablaba con B, metí la mano en el bolsillo trasero de mi vaquero y... no os lo vais a creer, el Wahe Guru me la había devuelto, un buen augurio que renueva mi energía y me desnubla el contexto.
Como dice mi amigo el porteño, no hay nada mejor que disfrutar de las cosas sencillas de la vida.
Y como no sé que foto ponerle al post, una dedicada a C.

2 comentarios:
Mmmmmmmmmm
que alegres son los colores de la bandera rojiblanca. No digas amore, di l´amour, c´est plus joli, peut etre, quelque jour.... (francés vulgar lo llaman)
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