Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

sábado, 22 de noviembre de 2014

Yo elijo, yo asumo, adiós culpa.


Sí, sí, ayer fallé en mi cita diaria, a pesar de haber prometido no faltar en estos días previos al aniversario. Podría explicar mis motivos y extenderme en una larga perorata sobre mis idas y venidas por la ciudad. Pero no lo haré.

Hoy que voy también con poco tiempo, aprovecho las circunstancias para hablar de otro tema sobre el que trabajar. Lo podríamos resumir así: yo elijo, yo asumo. Yo elijo o tomo la decisión de hacer algo, en virtud de unas circunstancias (Ay, que ortegiana me estoy poniendo). Da igual que estas, las circunstancias, sean más externas que propias, al final la decisión es mía.

Las ventajas de ver las cosas de esta manera te permite economizar en dos cosas: en excusas y en culpa.    Que dejas para mañana lo que has podido hacer hoy, pues lo asumes, pero no te reconcomes.

Yo ya me estoy poniendo las pilas en este sentido. Así que nada, sin culpa y con todo mi morro os dejo este post tan poco elaborado, que me voy al teatro sin excusas y sin culpas.

Qué bien, qué bien, que mañana cumplimos un lustro.


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