Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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miércoles, 3 de abril de 2013

Escrache... brainstorming


Ni comparto, ni justifico el "escrache", esa palabra rara que se ha colado en nuestra actualidad desde hace unas semanas, no creo que yo llegue a practicarlo nunca. Pero lo entiendo.

Y lo entiendo porque señores políticos, por mucho que se empeñen en devolver la pelota al otro campo, acusando de violentos a los que lo practican y llamándoles pro-terroritas, y puede que el pro sobre; digo que son ustedes los que están favoreciendo y haciendo justificable ese "clima de violencia"...

Porque ¿Qué es eso de que un alcalde mezclado en un caso de corrupción cobre una indemnización millonaria por despido? A mí, seré muy mal pensada, me huele mal. ¿Qué es eso de que una ministra argumente ignorancia de las malas prácticas de su ex-conyuge, aunque probablemente de algún modo ese dinero "sucio" repercutió en ella de forma positiva en algún momento, y no se le pase por la cabeza ni dimitir? ¿Cómo puede argumentar en su defensa, el ex-presidente de una Comunidad Autónoma dónde se ha producido un robo exagerado de fondos sociales, que el caso fue denunciado durante su mandato -?????????-? Perdóneme, pero el ROBO se cometió durante su mandato...

¿Cuando se van a poner a dar ejemplo y a depurar responsabilidades? ¿Cuando empezaremos a ver corruptos entre rejas y, sobre todo, devolviendo dinero? ¿Cuando dimitirá alguien como en otros países europeos por el mero hecho de que ha quedado cuestionada su intachabilidad?

¿Es que resulta que ahora la Iglesia Católica, a la que muchos acusan de carca, va a estar más avispada que los sistemas democráticos? ¿Es que no se dan cuenta de que la gente pide hoy soluciones modernas? Y la modernidad, señores políticos, es que resuelvan los problemas de la gente, que les den soluciones, que dejen de mirar hacia otro lado y ponerse de perfil para guardar en el bolsillo que no da a la cámara. Aunque no se lo crean les auguro que los tiempos de mirarse el ombligo están caducos, la modernidad pasa por la empatía, la solidaridad, la igualdad y el amor al prójimo. Sí, señores.

¿Qué es eso de pedir un rescate para los bancos y no ponerse a idear leyes, de una vez y de forma urgente, para inventar soluciones a esos desahucios de gente que llevaba años pagando sus hipotecas hasta que no han podido más. Pisos que al banco le da lo mismo que estén vacíos u ocupados porque en realidad no saben ni qué hacer con ellos (y que dentro de poco pasarán al Banco malo, con el consiguiente pago a los Registros de la Propiedad, mira tú). Porque señores políticos, y ahora hablo egoístamente, están permitiendo que el tema se extienda. Quién me dice a mí, cosa hipotética, que las inquilinas del piso que llevo pagando durante años, el único de mi propiedad y cuya única viabilidad a día de hoy es tenerlo alquilado, un día decidieran o tuvieran que dejar de pagar y se aferraran al ¡desahucios no! ¿Quién me dice a mí que propiciar, como ustedes hacen al no dar respuesta, un clima a favor del desahuciado, no me convertiría a mí en una desahuciada por mis propias inquilinas a favor del banco? ¿Entienden este galimatías? Pues yo sí, al negar los derechos más básicos están propiciando que se caiga en la demagogia.

¿Saben que la primera acepción del verbo deshauciar en la versión electrónica de la RAE es la siguiente: 1. tr. Quitar a alguien toda esperanza de conseguir lo que desea. 

Así que pónganse las pilas señores políticos, porque son ustedes los que tienen que dar soluciones y no largas. Que la gente está ya muy cansada de tantos regates y tanto desprecio.

Y qué sus hijos no tienen culpa. Vale. Pero espero que a los hijos, por ejemplo, del presunto estafador ex-duque de Palma alguien se encargue de explicarles que su padre será un gran padre, pero que lo que presuntamente ha hecho papá no está nada bien, para que no crezcan niños burbuja, por encima del bien y del mal, llenos de desprecio por la "ignorante mayoría" que no delinquen porque son tontos.

Porque, y llámenme ilusa, sigo defendiendo que este no es un país de sinvergüenzas. Me niego a pensar que somos un país de jetas y de ladrones, sobre todo, porque ese argumento solo sirve para que el jeta y el ladrón se autojustifiquen.

Como decía aquel: señores, un poquito de por favor...

(Sí, me volvió a salir la vena política, pero ya sabéis que sólo me pasa una o dos veces al año...)

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