Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

martes, 16 de abril de 2013

Punto de referencia


Sigo viviendo a través de mi ombligo. Desde que me extirparon mis miedos, e imagino que aún durante un tiempo, mi punto de referencia se encuentra precisamente ahí, en mi tercer chakra. No es mala cosa, dado que se trata del centro del poder personal, la voluntad y las metas propias (más o menos), una tiene sus asignaturas pendientes en ese sentido.

Pero de lo que os quería hablar es de como cambia tu percepción del mundo según a donde estén apuntando tus sentidos. Ahora salgo a la calle y aunque soy consciente de que ha llegado el sol y que un espíritu de animosidad se extiende por la ciudad y sus habitantes, soy incapaz de caminar con mi añorado ritmo despreocupado.

Mi atención está puesta en el prójimo, pero no como fuente de información o estímulo de historias. No, ahora miro al prójimo sobre todo con instinto de supervivencia. No quiero que nadie choque con mi tercer chakra, tan sensible a día de hoy. Protejo mi zona abdominal, desvío mi trayectoria o ladeo mi cuerpo en un sentido u otro. Es como participar en una carrera de obstáculos, a pasito de muñeca de famosa, claro.

Es molesto caminar así por la vida. A mí, que me encanta fundirme con el paisaje. Ahora soy el centro de mi universo, de manera consciente y exagerada, necesito estar alerta de posibles agresiones externas. Lo bueno es que el objetivo es cuidarme para llegar al momento en que mi organismo me permita volver a fundirme con el paisaje.

Algo tan sencillo se convierte en el compendio de muchos enunciados vitales:

- Hay que estar bien uno mismo para poder entregarse a los demás, a la vida, al cosmos.

- Tu cuerpo es tu templo, cuídalo.

- La realidad cambia según la mirada de cada uno, o del momento de cada uno.

- No vives las cosas igual según donde tengas enfocada la atención o a qué le des prioridad en cada momento.

- Cada uno mira las cosas desde su óptica y actúa en consecuencia.

... ¿Sigo...?

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