Aquí te espero poniendo un huevo, que decía la gallina de Gloria Fuertes. Yo te digo que en este interín no paro, ejercito el bricolaje, la cocina, la lectura, la escritura, la pintura, el dibujo, lo que me pongan por delante. Camino por el prado y por asfalto y me sigo maravillando.
Mis pasos y apetencias me llevan, en diferentes días y por simple azar, de la librería La Central de la Fundación Mapfre al nuevo establecimiento que esta cadena ha abierto en Callao. Me encanta, pero como toda librería para mí es un lugar de perdición. Me gustaría tener tiempo para quedarme a encontrar los cien autores y dos personajes (creo) que hay escondidos en la sopa de letras del patio, os aseguro que el premio merece la pena. En lugar de eso reincido, me compro dos libros, uno de ellos un cómic. ¿Debería decir novela gráfica? Se titula Sangre de mi sangre, me encantan los dibujos, y el nombre de la autora Lola Lorente, me permiten autojustificar el gasto, como si se tratase de una señal. A pesar de su final triste no me arrepiento de la compra. (Premio autor revelación 2012 del Salón del Cómic de Barcelona, por cierto)
Pero del que os quiero hablar es del segundo (el tercero me espera en la mesilla de noche). Se titula El paréntesis, la autora es Élodie Durand, y todo: dibujos, historia y forma de contarla me han cautivado. Tanto, que hasta se me han empañado los ojos. (Premio BD de los lectores del diario Libération y Premio autor revelación Angoulême, ambos 2011). Élodie relata una historia presumiblemente autobiográfica en la que la protagonista se enfrenta a un pequeño tumor que le hace tener ataques epilépticos y pérdidas de memoria. Es maravillosa la expresividad de las imágenes, la forma de explicar como esos aliens inmundos que son los tumores pueden “poseer” al dueño del cerebro en que se instalan. Os lo recomiendo, es una forma de conocer lo que se vive al otro lado.
;) querida B.!
1 comentario:
QUé bueno, tomo nota.
SUS
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