Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

martes, 31 de mayo de 2011

Recoletos, tercer banco a la izquierda

Me llamo Melinda M
y soy tan humanamente perfecta
que me equivoco a cada rato.
Soy adicta a perder el aplomo,
la sonrisa, los papeles,
el cuaderno y el móvil,
aunque lo tenga todo
metido en el bolsillo.
Por fortuna,
soy adicta también
a darme una y cien vueltas,
a vaciar los bolsillos
y volcar los cajones.
Para eso tengo recursos propios
y recursos ajenos.
Soy la danza
envuelta en un corsé
de convencionalismos,
que la música es aire
y que camina sola
a ratos se me olvida.
Entonces,
por descuido,
los chakras 3 y 5
se me obturan
por angustia o por miedo.
Por fortuna,
sacudo la cabeza
me pongo boca abajo, si hace falta,
y retomo el camino.
Un poco más ligera cada vez.
Es lo bueno
de saberse tan perfectamente
humana y moldeable.
Hoy me he equivocado,
de nuevo,
y llevo calcetines.
Por fortuna,
a estas alturas tengo claro:
no hay nada irreparable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal vez tampoco haya nada qe reparar...

Anónimo dijo...

Yo quiero repararme la dentadura, alguien me recomienda un dentista?
Eky Distante