Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

jueves, 7 de enero de 2010

Y el primero


Me adelanto a Maru, ya que ella cercenó mi oportunidad de dejar huella en los últimos minutos del año ¿cómo atreverse a escribir una sola línea después de un post titulado "el último post"? Y por fín, siete días después, y compitiendo como ya no veremos competir a los spots publicitarios de TVE por el último y primer puesto, respectivamente, del año saliente y entrante, me yergo -y mirad la conjugación de este verbo en la página de la RAE, es impresionante- en vencedora de esta estúpida competición que me acabo de inventar, para plantar aquí la primerita entrada de este 2010 (Maru me debes una caña, pero como sé que esgrimirás el hecho de que tú venciste en el último del año, a empate nos quedamos y ya nos pagaremos cada una la bebida respectiva para brindar por el nuevo año).
Una entrada no muy llena de contenido, pero animada y cantarina. Tengo buenos augurios para el año que comienza. Riéndose del vendaval, bien refugiados al calor del hogar, nos quedaremos con el dicho de que año de nieve, año de bienes. Hasta puede, que si esto sigue unas horitas, repitamos la experiencia del año pasado de fabricar un muñeco de nieve sin movernos de casita.

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