Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

viernes, 27 de noviembre de 2009

Talasoterapia

Pues no, al final no me adentré en el Cantábrico, pero pasé más de dos horas a remojo en agua salada, con vistas a la Playa de Poniente. Ya había anochecido, así que veíamos las luces del puerto deportivo. No estaba mal, aunque la panorámica de día debe ser digna de ver.

Por lo demás la experiencia recomendable, muy recomendable. Seguimos nuestro libre albedrío por el circuito de piscinas de agua marina, incluso nos aventuramos a salir a la piscina exterior en una carrerita suicida, reconozco que no aguanté ni cuatro minutos, que una cosa es que haga buen tiempo y otra que me pasee en bikini al fresco de la noche gijonesa. Pasamos al área lúdico-acuático, nos tiramos por uno de los toboganes -el chiquitito- y hasta me di un largo en la piscina -con nota media de "necesita mejorar" en resistencia-. Regresamos al área de Talaso, subimos al piso de arriba, y continuamos por los circuitos térmicos: sauna, pozas de agua fría, duchas escocesas, fuentes de hielo, baño turco, piscina cromo-sonoterapeutica, la locura...

Nos despedimos repitiendo en el "flotarium" y salimos de allí arrugaditas como pasas, relajaditas, felices como codornices y, hay que reconocerlo, con una agradable sensación de cansacio-me-voy-a-la-cama muy de agradecer a esas horas.

El mega-spa se llama Talasoponiente, y por cierto, dicen que el restaurante también es recomendable, muy recomendable.

No hay comentarios: