Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

jueves, 29 de agosto de 2013

Por fin Dalí


Pues sí, fui. Baje de nuevo al asfalto. Me levanté temprano y me encaminé hacia el Museo, directa a información y con mi credencial de prensa.

No era mucho más allá de las diez y las colas, ambas, se enroscaban cual serpientes sobre la superficie de la plaza. Para descargo del Reina Sofía diré que no es fácil organizar la multitud de personas que acceden a una exposición extensísima, que se prolonga por cerca de diez salas, con documentales y películas de larga duración (Como detalle os diré que accedí sobre las 10:30 y salí sobre las 14:00). Aún así, sigo pensando que los encargados deberían estar al tanto, contar las entradas disponibles y avisar al desafortunado X+1 y a los que le siguen de que ya no podrán entrar, o al menos facilitarles una entrada para otro día (con la opción de gratuidad si tienen derecho a ello). Una pena que la exposición no se prolongue unos meses más, supongo que tendrá nuevo destino...

Qué deciros, que no sepáis ya. Para mí, que ando estos días releyendo la Gramática de la Fantasía de Rodari y otros textos sobre creatividad, pienso que lo que más me gusta de Dalí es que a mi entender fue una persona que se dejó inundar, sin complejos y con confianza, por su niño interior, haciendo del juego su forma de vida. La mejor forma, creo yo, de desarrollar el talento, la creatividad, la vida misma. Esta claro que el mundo sería un caos ¿o no? si todos fuéramos genios dejándonos llevar por nuestro libre albedrío, o al menos la genialidad pasaría a ser algo trivial ¿o no?

De su obra me gustan muchas cosas, la poética realista de esa mujer de espaldas sentada en una silla o de aquella otra, también de espaldas, asomada a la ventana. Los colores intensos de sus cuadros surrealistas, casi planos en el espacio, pero llenos de profundidad, el volumen de sus formas, las figuras superpuestas, detalles que crean nuevos cuerpos, realidad transformada en fantasía, humor desbordante en definitiva. La expresividad sobrecogedora de las pinturas dedicadas a la guerra. La sonrisa que se te escapa ante sus objetos absurdos ¿o no? como el teléfono langosta, o el zapato de Gala relleno de un zurullo mineral, lo escatológico está muy presente en el Diario de un genio que ya os dije que me leí hace unos meses. Su coqueteo con diferentes formas artísticas: el teatro, el cine, los dibujos animados, hermosas las figuras y sus movimientos del corto que hizo con Disney, la publicidad, la ilustración de libros... ¡Qué maravilla!

Y mi vicio, los dibujos a lápiz, o a tinta china, rodeados de anotaciones. Yo que soy de garabateo fácil y relleno de muñecajos cualquier trozo de papel que cae en mi mano, mientras hablo por teléfono, mientras escucho una conferencia, cuando me encuentro a solas y postergo tareas, o aprovecho cualquier momento en que no tengo nada que hacer... Soy una fan del bosquejo, de la tontería o la genialidad pillada al vuelo y transformada en un garabato, más o menos artístico. Pues bien, si me dejaran llevarme algo de esa colección inmensa me quedaría con una pequeña hoja de la Residencia de Estudiantes donde hay dibujado un caballero en su montura bajo unas palabras salidas del mismísimo puño de Dalí. Estuve tentada de fotografiarla y dejaros la muestra en esta entrada, pero una es demasiado legal o demasiado cobarde, o demasiado respetuosa, y pregunté. En el Reina Sofía puedes hacer fotos, sin flash, en cualquier sala de la colección permanente, excepto el Guernica. Es lógico, son los propietarios los que deciden sobre el derecho de imagen de sus colecciones.

Para los afortunados que os habéis ocupado de haceros con una entrada que usaréis en los poquitos días que quedan de exposición os recomiendo que vayáis sin prisa, dedicad esas horas a la exposición, haced uso de ese tiempo a vuestro libre albedrío, no os agobiéis por la multitud, siempre encontraréis algún cuadrito a solas al que acercaros, ved los documentales y películas que os apetezcan (algunos los podréis encontrar en youtube, pero claro una pantalla de cine siempre es más agradable), buscad el detalle, el guiño, el juego. Y disfrutadla.

Mis tareas pendientes: conseguir una copia de La vida secreta de Salvador Dalí. Una autobiografía de Dalí promete.

Una impresión: me encantan mis dos "locos" del pincel favoritos, el del bigote y el pelirrojo.

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