Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

martes, 27 de agosto de 2013

Quince días sin guasap, reto superado


Después de cerca de quince días sin mi Android, ayer lo conecté de nuevo. Puedo decir que es posible sobrevivir sin guasap, aunque escribir SMS's con teclado antiguo se hace arduo y duro. La recuperación del bocadillito verde no fue tan traumática como pensaba, el número de mensajes pendientes era soportable, ninguno de los grupos había enloquecido más de lo esperado estos días, pero es lógico, si una tiene en cuenta el descenso de hojas de cualquier diario de tirada nacional durante estos meses de verano.

El android en mis manos
El shock sobrevino cuando encendí mi terminal y todo había desaparecido, contactos de teléfono incluidos. Me lo habían reseteado de arriba abajo, el fondo era azul cibernético, frío como el hielo y totalmente apersonal. Es como si después de llevar tres años cohabitando con un rastafari te aparece en la puerta rapado y en traje. El colapso, vamos...

Por fortuna, antes de caer enfermo me había dado tiempo a hacer una copia de mis contactos, aunque la tarjeta inteligente no lo debe ser tanto y se quedo únicamente con el primer teléfono de cada uno de ellos. No sé lo que habré perdido en esa operación, ya lo iré descubriendo, pero creo que me las he apañado para recuperar aquellos por los que sufría.

Porque sí, he sufrido ante la posibilidad de dejar supeditado al azar mi acceso a determinada persona. ¿Recordáis aquellas pequeñas agenditas de papel donde apuntábamos los teléfonos de nuestros amigos? ¿Y eso de saberse hasta veinte números de memoria? Tiempos pasados. El otro día la hija de unos amigos me enseñaba un teléfono de sobremesa de juguete que le había regalado una vecina, para ella aquello no era un teléfono, era un móvil. Y es cierto, hay niños que no saben ni como era un teléfono hace unos años. Y esto enlaza con la propuesta que otra amiga hacía el otro día pensando en la experiencia que debe ser para los más pequeños una de las exposiciones que se pueden ver ahora en la Fundación Telefónica de Madrid.

Volviendo a lo mío, yo juraría que en algún momento de la vida de mi Experia hice alguna copia de seguridad, opción que hasta este momento he sido incapaz de encontrar. Esta visto que soy una usuaria con algo de vicio pero formación limitada.

Lo importante es que de nuevo estoy en línea...


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien el o´-line pero que no se nos olvide nunca el off-line,o sea la agendita.

Maruxiña dijo...

Estoy contigo Anónimo, el off-line es fundamental.