No sé si es o no buen tema para el primer post del año, pero ahí va.
Sólo te(me) pido una cosa, -de momento, no sé lo que me cruzará por la cabeza los 363 días restantes-, para este año que entra: controla lo que dices.
Todos tenemos ojos, oídos, una tele, una radio, periódicos gratuitos, acceso a Internet y el largo etcetera... Por eso, no te preocupes, todos sabemos que la cosa "anda muy malita", así que, por favor, no seas tú: no se te ocurra asegurarle a nadie que esté buscando trabajo que eso es imposible, que tu boca se abstenga de aconsejarle a alguien con ganas de cambiar de vida que por el momento se conforme y dé gracias por el trabajo aburrido y mileurista que tiene, que se te caiga la lengua antes de decirle a cualquiera que pasados los cuarenta se despida de soñar porque el mercado laboral está cerrado para él...
¿Coges la copla Beethoven? |
¿Quién te dice que eso no pueda conseguirse? ¿Quién eres tú para cortarle las alas a nadie? ¿Por qué no va a ser alguien una excepción? ¿Por qué te atreves a destrozar ambiciones a golpe de "cenicismo"?
Sí, sobre todo, no confundas realismo con cenicismo. Te pondré un ejemplo:
Realismo: "La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagarla, con sudor"
Cenicismo: Imagina, Alcobendas 1985: "¿Ganar un oscar? Anda Penélope hija, no seas ridícula, quítate ese disfraz y ponte a hacer algo útil, ven que te voy a enseñar a coser un botón..."
Y no se trata de aumentar la población de los mundos de Yupi, sino de evitar minarle la moral y la autoestima al primero que se cruza en tu camino. Que tú seas un cenizo no te otorga el don de conocer el futuro, petulante sabelotodo...
¿Coges la copla Beethoven?
2 comentarios:
Con más razón que un santo, asi que todos a aplicarnos el cuento!!.Felicidades por este gran artículo!
Dime quién ha sido y le pateo, q´agco mon dieu
Publicar un comentario