Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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domingo, 12 de enero de 2014

Nostalgia


Ayer, después de una cena reencuentro, me vi de nuevo en un taxi que me llevaba desde la zona del Bernabéu hacia casa. La situación ya de por sí era bastante retro. Entonces, en la radio, empezó a sonar Modestia Aparte y el pensamiento me voló hacia Blasi que estás en los cielos. Tras ese ritmo conocido, la emisora de radiofórmula saltó a una canción, de vaya usted a saber quién, que hablaba de amores y la nostalgia me llevó a desear escuchar las palabras que no me han sido regaladas en los últimos seis meses. Hasta pensé en Loquillo medio tirado, allá en la ladera del Tibidabo...

Qué cosa más rara es la nostalgia. Es curioso como te invade de repente, te aparta a otros lugares y momentos, los disfraza de tiempos mejores, y envuelve la tristeza de la melancolía con una paño dulzón. ¿Por qué nos enganchará tanto esa timadora burlona? ¿Qué tendrá que es capaz, por ejemplo, de hacerte adelantar acontecimientos funestos que nunca sucederán o que quizás no sucedan hasta dentro de veinte, treinta o cincuenta años? ¿Por qué nos hace añorar momentos pasados que ya están concluidos, acabados, definitivamente cerrados o que no han sido más que una etapa de esta vida presente que no, Karina, que no, que no es peor que cualquier tiempo pasado? ¿Por qué nos hace acordarnos de repente de alguien o de algo que ya pasó y preguntarnos por qué pasó?

Tendrá algo que ver con ese poder de la ausencia, ese intento de volver al plano imaginario, esa persecución eterna de querer ser objeto de deseo de la que habla mi profe prefe. Somos verdaderamente sugestionables los humanos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

o con una idea del tiempo como algo progresivo y diacrónico, cualquier etapa pasada queda cerrada, superada, siempre mirando adelante, siempre con la vista fija en más allá, ¿por qué no un tiempo sincrónico, ahora, presente y pasado, ahora, futuro también, en tí ahora?, ma petite fille.

Maruxiña dijo...

Desde que te dedicas a la filosofía me tienes loca, Moni amour