Ayer, después de una cena reencuentro, me vi de nuevo en un taxi que me llevaba desde la zona del Bernabéu hacia casa. La situación ya de por sí era bastante retro. Entonces, en la radio, empezó a sonar Modestia Aparte y el pensamiento me voló hacia Blasi que estás en los cielos. Tras ese ritmo conocido, la emisora de radiofórmula saltó a una canción, de vaya usted a saber quién, que hablaba de amores y la nostalgia me llevó a desear escuchar las palabras que no me han sido regaladas en los últimos seis meses. Hasta pensé en Loquillo medio tirado, allá en la ladera del Tibidabo...

Tendrá algo que ver con ese poder de la ausencia, ese intento de volver al plano imaginario, esa persecución eterna de querer ser objeto de deseo de la que habla mi profe prefe. Somos verdaderamente sugestionables los humanos.
2 comentarios:
o con una idea del tiempo como algo progresivo y diacrónico, cualquier etapa pasada queda cerrada, superada, siempre mirando adelante, siempre con la vista fija en más allá, ¿por qué no un tiempo sincrónico, ahora, presente y pasado, ahora, futuro también, en tí ahora?, ma petite fille.
Desde que te dedicas a la filosofía me tienes loca, Moni amour
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