La verdad que este año, con tanto ir y venir, me ha pillado el toro y como encima tengo a Mel desterrada vete tú a saber donde, nunca sabremos en que consiste su carta de Reyes este año.
Así que ahora corriendo no pienso lanzarme a una tormenta de ideas para plasmar el montón de cosas que les pido, no sé si a sus Majestades o al nuevo año. Me quedo unicamente con el propósito que me asaltó ayer a última hora, encontrar, ya que la petición me pilla a día cinco, al menos 360 razones, una por día, para saborear este 2013... y ustedes que lo vean.
Razón una: un pequeño saltimbanqui de rizos rubios buscando sitio en el salón de sus abuelos para poner sus zapatos.
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