Comunidad de Madrid. Autobús interurbano. 17:30 horas. Voz
masculina audible en un radio de seis asientos, por lo menos. “Lola, sí, llamele
usted a Andorra y me pasa la llamada a este teléfono que es el móvil español”.
Vaya, me digo para mis adentros, como está el patio, grandes
ejecutivos viajando en autobuses verdes. Despistada por la falta de
bidireccionalidad de mis pabellones auditivos, hago un barrido esperando
encontrar un ejecutivo agresivo despojado, debido a los recortes, de su coche de
empresa.
Localizo al sujeto. Boina negra, bigote y barba canosos,
chaqueta verde loden y pinta de jubilado con experiencia…
Eficaz secretaria, en tres segundos nos encontramos
compartiendo conferencia, como si se tratase de una “conference call” que
decían en alguna de esas empresas en las que pase algunos años de mi vida.
“Tienes que mandarles un escrito para comunicarles de manera
oficial que estás interesado… ya lo saben, pero para que sea algo formal…, lo antes posible... sí, claro... es que esos son puestos muy jugositos… sí, sí, … hay
tortas. Mejor hoy que mañana… Es que no me acuerdo quien lo lleva ahora, antes
era Fulanita Pérez, sí, pero ella está ahora de Directora General. Ahora debe
estar Menganito Fumé… y luego, pues ya sabes, Batracio Jiménez, Roque Toquete…
Sí, es que los ministros ya sabéis como sois. El asunto está así…”
Ni despacho, ni coche oficial, ni restaurantes de lujo. No
hay nada como un móvil, una voz firme y una conversación a volumen auditorio para
marcar la diferencia.
1 comentario:
17:30 H, autobús interurbano, un ejecutivo gestiona con las altas esferas a través de su móvil, una de las máximas representantes de las letras de primeros de siglo gesta su futura obra mientras se empapa inconscientemente de realidad, una madre pelea con sus hijos agotada y deseando tumbarse en su nueva cama de colchón viscoelástico, es lo que tiene la crisis, crea espacios donde cabemos todos. bsss ma petite fille
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