Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

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viernes, 3 de julio de 2020

El cómo nos lo cuentan


Ayer volvía al paraíso escuchando una tertulia radiofónica. Se comentaban los pactos, entre gobierno y Ciudadanos, alcanzados en los grupos de trabajo de la comisión para la reconstrucción. De los cuatro grupos de trabajo, solo en el de educación quedaba pendiente llegar a un acuerdo y esto era debido a la decisión del Gobierno de reservar las ayudas de reconstrucción para la escuela pública y dejar fuera a la escuela concertada.

Sin entrar a valorar esto, que al final voy a acabar haciéndolo, lo que me sorprendió sobre todo fue el empeño de uno de los tertulianos en transmitir la idea de que el Gobierno lo que quería era retirar las ayudas a la escuela concertada, así en general, y acabar con ella. Es entonces cuando te llevas las manos a la cabeza y te dices: pero ¿por qué nos cuentan las cosas de esta manera?

Así ocurre con casi todo. Sale un tema y de uno de sus puntos, una anécdota, se generaliza, se radicaliza, se polariza y se monta el guirigay. Cuando te interesa el tema y puedes vislumbrar un poco de qué va -y que conste que sigo hablando como mirona de a pie que soy, no como entendida- te das cuenta de las barbaridades tertulianas, periodísticas o políticas que se sueltan de cara a la galería, con una finalidad totalmente tendenciosa en que cada uno aprovecha lo que sea para llevar el agua a su molino.

Como mirona de a pie y desde mi molino, mi visión del asunto, equivocada o no, es la siguiente: la escuela concertada -seguramente necesaria a día de hoy por falta de plazas en la pública, otra cosa podría ser plantearse por qué treinta años después se sigue haciendo necesario que el sistema se complete con la infraestructura de la concertada- está integrada en el sistema público. Desde él le llega la aportación económica, parte a través del pago de los salarios de sus profesores, que recibe del Estado. Por eso, parece lógico que la ayuda se distribuya a través del sistema público, pues imagino que ante una necesidad mayor de recursos el curso que viene, también la concertada recibiría (aunque solo sea en pago de salarios) la ayuda por vía administrativa.

El tertuliano indignado, además, esgrimía la libertad de elección de los padres a la hora de decantarse por un centro escolar para sus hijos. Y está muy bien que exista esa libertad, pero no olvidemos que no todos los padres tienen acceso a esa libertad, porque esa libertad de elección depende de los ingresos de esos señores padres.

La libertad de elección es muy respetable, pero veo más urgente garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los chavales. Y qué queréis que os diga, a mí me parece que a día de hoy esto no está garantizado. Esa libertad de elección lo que ha conseguido es que muchos ciudadanos se despreocupen del estado de la pública, porque en el fondo no les interesa, porque ellos ya han decidido que esa educación pública no tiene la calidad que quieren para sus hijos. Y es una pena, porque vayan o no vayan tus hijos a la escuela pública, a lo que deberíamos aspirar todos es a que nuestros niños y adolescentes, nuestros ciudadanos de hoy y del futuro, tengan el mejor nivel educativo posible.

Y los recursos, en muchas zonas poco privilegiadas, se quedan cortos. Y los recortes han sido muchos. Y los profes se enfrentan a inabordables clases repletas de alumnos que viven en una realidad cotidiana compleja y carecen de conciencia para valorar la importancia que la educación tiene en su futuro. Por eso, y veo que repito, consideró más lógico que las ayudas que haya se repartan desde el sistema público de educación, valorando las necesidades educativas de cada centro.

Si todos defendiéramos la pública, esa tan reclamada libertad de elección sería más real. Diríamos: la pública me asegura una educación de calidad pero yo opto por pagar un plus, por lo que sea, cada uno tendrá sus razones. Pero el argumento no puede ser "no confío en la pública".

Y por encima de todo, que no nos cuenten milongas.

Por cierto: Ole, ole y ole la labor del profesorado (de la pública, la concertada y la privada) en esta pandemia.

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