Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

Y es que, todo depende del balcón desde el que miras

jueves, 5 de noviembre de 2020

Sin sentido

Una vez fui a una bruja: "tienes energía de otoño, pero tú eres más de primavera", me dijo. Esta mañana paseaba pisando hojas urbanas, hace un par de días pisaba hojas rurales, me encanta el otoño, no creo que su energía desmerezca frente a la de la primavera. "El otoño es la primavera del invierno" leí el otro día ya no sé ni dónde. "Se está mejor en casa que en ningún sitio" decía Dorothy, allí mi casa es una chimenea, aquí se me cae la casa encima. No es cuestión de energía estacional, es cuestión de energía interna, de si se mueve en flujo centrípeto o expansivo. Un día es un día, pero puede ser más largo o más corto, en un mes se te vuelca y revuelca la vida, de la tranquilidad a la emoción a la resignación... 

Resignación, no creo que comprenda el significado de esa lexía. 

De brujas a burbujas, terrazas, redes sociales, contactos virtuales, distancia, vive el presente, quizás el futuro nos traiga un algo de pasado, esperemos. Esperemos no acabar europeizados en lo menos adecuado, europeicemos todo, menos el saludo, guardadlos, algún día podremos explotar en besos y en abrazos, ojalá también en palabras. Palabras saltarinas, vivas, directas, unívocas, que desenladrillen los nudos de la garganta, como trabalenguas, llamemos a los desenladrilladores, a los tres tristes tigres, al bueno de Pablito con su clavito y a quién haga falta. Mientras tanto danzaremos digitalmente sobre el teclado, en aquelarre absurdo y descerebrado; relaja las neuronas.

Significante, significado, sentido. Esto no tiene mucho sentido, al menos aparentemente, como muchas otras cosas. C'est la vie.

Más de un mes de silencio. El sentido tal vez sea extrínseco, acabamos de igualar el número de post de 2014 y subiendo.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué cosas dices, querida. Tus palabras me caen como hojas de otoño, así que, espero que nunca llegue la primavera. Tu querida amiga: Pity Roosevelt