Como soy romántica porque el mundo me ha hecho así, dedido que la película elegida debe ser
Aún no sé si me he equivocado, porque esto es una crónica en directo. En esta tarde de agosto sólo circulamos por las calles los jóvenes de la JMJ y algunos despistados. Así que he llegado al cine, he comprado la entrada sin problemas y ahora me encuentro pilot y cuaderno en mano, granizado de limón en mesa, y un vestido demasiado corto para ir a trabajar, pero no lo bastante para sobrevivir a un día como hoy.
Un momento, ya sale la gente, creo que ya puedo entrar a la sala.
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Me ha encantado la experiencia.
Creo que he escogido bien la película -una de miedo, por ejemplo, habría sido una mala opción para ir sola-, es humana, entretenida y bonita. No es un peliculón desde luego, pero los personajes son amables.
El italiano se entiende bastante bien -los subtítulos en español ayudan bastante, claro, pero es genial identificar las frases- y regala los oídos tanto como el francés -aunque no me pone tanto a "tono", c'est la vie-. La música es también ideal y muy, muy italiana.
He disfrutado, del aire y de la película. Me he sentido cómoda y hasta he llorado, poquito, pero he soltado unas lagrimillas, cosa bastante rara en mí (en una sala de cine, digo).
Conclusión: puedo ir al cine sola, lo único que noto es que me vuelvo más vulnerable y sentimentaloide sin tener a nadie conocido en la butaca de al lado.
2 comentarios:
M,la primera vez siempre cuesta un poco, pero luego le vas cogiendo el gustillo como a todo...Desde luego tienes valor a entrar en el cine sola para ver una peli italiana en V.O., así q mis felicitaciones!!.
M, me quedo de piedra leyendo que a estas alturas no habias tenido todavía una experiencia solitaria de este tipo. Te lo dice alguien que se estrenó en estas lides hace ya más de veinte años, y siendo sincero, casi prefiero las experiencias (¡cinematográficas!) solitarias que en compañía de otros. Un buen amigo mio (y tuyo, cierto doctor en historia) se hacía cruces ante la, para él, aberración que suponía el visionado cinematográfico solitario... y entre tú y yo... el se lo pierde.
No dejes de disfrutar del cine en solitario. No tendrás que explicar ni justificar a nadie porqué quieres (y porqué NO quieres) ver esto o lo otro.
Feliz verano.
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